MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

En el camino que lleva de Guadalajara a Tepic llega el viajero a Magdalena.

Los senos de esta jalisciense Magdalena están cuajados con la opalina riqueza de los ópalos. Los hay ahí de todos los colores conocidos, y de otros aún desconocidos. Entra el viajero en las pequeñas tiendas donde los ópalos aguardan la avidez de los conocedores, y le parece estar en una de aquellas grutas encantadas cuyas paredes esplendían con los brillos de las piedras preciosas de los cuentos.

En todos los sitios de México el viajero encuentra riqueza...

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