MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

Este hombre no pertenece a una iglesia.

Carece de credo religioso.

Jamás asiste a un templo los domingos.

Sus vecinos y conocidos le reprochan con acritud su indiferencia en materia de fe.

El hombre que digo se llama Abraham Lincoln.

Bien podría decirse que no practicaba ninguna religión.

Y sin embargo pocos hombres como él han hecho tanto bien a tantos hombres.

Una cosa es la religión y otra cosa es el sentido de la moral, de la ética. Es preferible un hombre sin religión que haga el bien, a un hombre religioso que haga el mal, o que no haga obras buenas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR