MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

Aro Baltearo, monje del medioevo, se retiró a la Tebaida, y ahí pasó su vida en soledad. Se alimentaba de hierbas y raíces; bebía el agua que tras la lluvia quedaba en el hueco de las peñas.

Diariamente lo acometían recias tentaciones. En sus deliquios veía mujeres que se acercaban a él tendiéndole los brazos y ofreciéndole sus carnosos labios para el beso. El eremita, a fin de no caer, se imponía severas mortificaciones: con ramas espinosas se flagelaba el cuerpo, al que consideraba bestia impura.

Llegado a los 60 años de su edad murió Baltearo, y se vio en la presencia del Señor. Le dijo:

-Resistí, Padre, las tentaciones que me envió el demonio. Merezco...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR