Minimizan autoridades advertencia de braceros

AutorLuis Alegre y Abel Barajas

Las dependencias de seguridad sabían que los ex braceros protestarían en el rancho de San Cristóbal, propiedad de la madre del Presidente Vicente Fox. Ni siquiera era un trabajo de Inteligencia: bastaba haber leído los periódicos para conocer las intenciones de los inconformes.

Desde el pasado 22 de enero, la Alianza Bracero Proa anunció que ayer tomaría el rancho en Guanajuato en una protesta en Mexicali, Baja California, en el marco de la celebración de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

Lo más lógico hubiera sido esperar alguna previsión de parte del Gobierno si se toma en cuenta que en los últimos meses, y a raíz de protestas cada vez más radicales, los distintos poderes federales han tomado sus precauciones ante eventuales manifestaciones.

A los diputados, por ejemplo, no se les olvida que a sus antecesores les metieron hasta caballos en el recinto legislativo. Los Secretarios de Gobernación, Agricultura y Desarrollo Social ya saben que es no poder entrar a sus oficinas por horas, días y hasta semanas.

A eso se debe que en sitios como en el Senado, siempre haya cuando menos una sección de federales preventivos resguardando el entorno. En la Sagarpa no es raro encontrar camiones de la PFP a sus espaldas. La Secretaría de Gobernación está rodeada con rejas metálicas.

Ni qué decir de los eventos internacionales que se han celebrado en México. Las autoridades son capaces de atajar las protestas kilómetros antes de los sitios que sirven como sedes oficiales.

Sin embargo, ayer nadie hizo nada. El Estado Mayor Presidencial, cuya única razón de existir es velar por la seguridad del Mandatario y su familia, no movió a uno más de sus miles de efectivos acuartelados en la Ciudad de México.

Antes de la protesta, los agentes de Inteligencia de la PFP calcularon que asistirían unos 500 manifestantes. Jamás llegó una orden para enviar agentes antimotines, pese a que cuentan con los medios aéreos para desplazar a sus efectivos.

Aparentemente, tampoco en el Cisen se preocuparon. Un asunto de esta naturaleza, según fuentes consultadas, debió haber sido puesto previamente a consideración no sólo del titular de Gobernación, sino del Presidente de la República.

Incluso, todavía a temprana hora, los funcionarios que Bucareli ha designado para llevar este caso en su vertiente política habían advertido al líder de los ex jornaleros, Ventura Gutiérrez, que llevarán la fiesta en paz.

Sin embargo, el coordinador de la alianza lanzó la advertencia en la...

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