Miguel Reyes González / Contra la inseguridad

AutorMiguel Reyes González

En febrero del año pasado comenté aquí acerca de los dos asuntos sobre los que se centrarían las propuestas de campaña a la Gubernatura de Nuevo León. No era difícil advertir que serían la inseguridad y el empleo.

Para ese entonces ambas cuestiones pintaban realmente mal en el Estado. La delincuencia, principal generadora de la inseguridad, se había agudizado. Los datos del Semáforo Delictivo así lo mostraban.

El desempleo no registraba mejores números. De acuerdo con cifras oficiales, de octubre de 2008 a enero de 2009, se perdieron 43 mil 147 plazas laborales.

Los pronósticos para lo que restaba de 2009 no eran alentadores. Ese año cerró con alrededor de 150 mil personas sin trabajo. Los índices de algunos delitos, sin embargo, disminuyeron según datos de las autoridades, aunque no la percepción de inseguridad entre la ciudadanía.

En aquella ocasión escribí que la clave para enfrentar ambas cuestiones era la manera como los entonces precandidatos entendieran estos fenómenos y sus interrelaciones. Si los veían de forma parcial o aislada, difícilmente tendrían éxito.

La eficacia en el combate a la inseguridad depende de un enfoque más amplio. Uno que considere que en la raíz de las conductas delictivas hay variables socioeconómicas, como el empleo, la educación y la vivienda, que resultan indispensables atender.

Trabajos formales insuficientes y mal remunerados, entre otras carencias sociales, convierten a la delincuencia en una alternativa frente a la frustración, el resentimiento y el deseo de acceder rápidamente a mayores ingresos. No es casual que el grueso de quienes se dedican a actividades ilícitas padezcan esas circunstancias.

Esto sucede de manera más alarmante entre la población joven, que constituye el mayor porcentaje de desempleados en Nuevo León. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI reveló que el 53 por ciento de las personas, entre los 14 y los 29 años de edad, no tenían trabajo en el último trimestre de 2009. Esta cifra aumentó al 61 por ciento para los primeros tres meses de este año.

Hoy la inseguridad ha rebasado a las autoridades locales. Lo mismo la que proviene de los delitos del fuero común, como la derivada del crimen organizado. Esto ha tenido repercusiones en la generación de empleos, activándose así un círculo vicioso.

Hasta ahora, las acciones emprendidas por el gobierno estatal frente...

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