Miguel Reyes González / Rumbo al 2009
| Autor | Miguel Reyes González |
Los sondeos para medir la intención del voto, bien se sabe, son como una fotografía que congela el momento. A partir de ellas se pueden establecer tendencias y hacer algunas predicciones, pero hasta ahí. No anticipan el resultado final.
A pesar de lo anterior, esta valiosa herramienta de investigación para las ciencias sociales, y no se diga para la ciencia política, aporta información fundamental. Lo mismo para los estudiosos del poder, como para los gobernantes y para quienes buscan serlo.
Por ello me parece importante echarle un vistazo al más reciente escrutinio elaborado y publicado por EL NORTE, hacia las elecciones locales de 2009. Tanto por lo que revela del presente y del pasado inmediato, como por algunas situaciones que pueden preverse.
Hoy quiero centrarme en un par de aspectos que reflejan la encuesta sobre las circunstancias actuales. La siguiente semana pretendo abordar lo que podemos esperar, a la luz de estos números.
Una primera cuestión, acerca de los resultados del sondeo publicado hace ocho días, es que la posición ocupada por Adalberto Madero en las preferencias electorales era de esperarse. La precampaña realizada por el Alcalde de Monterrey en todo el Estado desde hace más de un año explicaría esto.
Para algunos, sin embargo, no es tan claro por qué Maderito se encuentra a la cabeza, a pesar del escándalo de corrupción que envuelve a su administración. Tal es el caso de varios lectores del EL NORTE, quienes han externado su sorpresa e indignación, a través de cartas enviadas al editor.
La respuesta a semejante "parajoda" la da atinadamente Eduardo Villarreal, en su carta del 6 de julio. Dice don Eduardo: "La mayor parte de la ciudadanía del Estado no lee los periódicos, ni mucho menos los editoriales sobre la vida pública local".
En efecto, en México, apenas el 1.9 por ciento de la población alfabeta, mayor de 15 años (que en total suman unos 63 millones), lee algún periódico. En Nuevo León esta cifra alcanza el 2.9 por ciento (de un conjunto de 2 millones 651 mil 060).
No es de extrañar, entonces, que buena parte de la población desconozca los pormenores de los casos de corrupción que han distinguido a la gestión de Betito. Como tampoco asombra que la opinión publicada rara vez coincida con la del grueso de la población.
Hay un dato, en cambio, que debiera aterrar y que va en la línea con lo mencionado por don José Benito Pérez Sauceda en su misiva a EL NORTE del 7 de julio. Escribe dicho...
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