Miguel Reyes González / ¡Fuera bono!

AutorMiguel Reyes González

El mal llamado bono de gestoría, rebautizado por los Diputados locales como "gastos para la función legislativa", debe desaparecer. Conservarlo, tal cual, o de alguna forma distinta, es un acto de perversión que merecería ser castigado.

No hay manera de defenderlo. Los propios legisladores, los actuales y sus predecesores, se han encargado de volverlo ilegítimo.

Muchos de los cuestionamientos que por años se le han hecho al bono tienen que ver con la opinión de que la gestoría no es función de un Diputado. Ciertamente, no es su principal obligación, como sí lo es hacer leyes y bien.

Pero los parlamentarios locales se encargaron de incluirla en la Constitución, como uno de sus deberes para con los ciudadanos. Sin embargo, lo han asumido equivocadamente y, peor aún, con una cada vez más jugosa bolsa de dinero público.

Han querido justificar su gasto de gestoría al decir que los ciudadanos acuden a ellos al no ser atendidos en sus necesidades por las instancias gubernamentales. Si realmente quisieran gestionar, esos Diputados bien hubieran podido echar mano de sus influencias o de sus buenos oficios para ese fin.

Para lo anterior no necesitan una partida del erario. Y aunque han echado mano de ella con ese pretexto, lo cierto es que no ha sido destinada íntegramente para ese propósito.

En 2004, salió a la luz pública que Diputados habían empleado los recursos del bono para adquirir bisutería, ropa, regalos, artículos decorativos navideños y para pagar cirugías y viajes. Al año siguiente eliminaron el bono.

A finales de 2012, los legisladores resucitaron esa partida en su presupuesto. Pero además la incrementaron casi al triple, al pasar de 13 mil 696 pesos mensuales por Diputado, a 35 mil pesos al mes para cada uno.

En los últimos siete años los Diputados han pervertido cada vez más el dichoso bono. Lejos han estado de volverlo un recurso válido y noble en su intención y destino.

Cada y cuando fueron incrementando el monto del bono, que hoy asciende a 133 mil pesos mensuales por legislador. Pero esas descomunales alzas no han venido acompañadas de candados para su uso en igual proporción. Al contrario.

En lugar de acotar el bono y restringirlo sólo para ser utilizado en apoyos a los ciudadanos, los Diputados ampliaron legalmente su uso. De bono de gestoría, pasó a ser "gasto para la función legislativa".

Así, el mentado bono sirve ahora para pagar asesores y consultores; rentar bienes e inmuebles, mobiliario y equipo; adquirir vales de...

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