Miguel Reyes González / Cabildos impunes

AutorMiguel Reyes González

De lleno ya en las campañas para renovar el Congreso local y todos los Ayuntamientos de Nuevo León, volvemos a escuchar las promesas de siempre. Algunos hasta firmarán sus ofrecimientos ante notario público para darle formalidad a su palabra de candidato, que por sí sola no tiene credibilidad para muchos ciudadanos.

Sin embargo, no pocos faltarán a la primera promesa legal que harán, una vez que hayan ganado la elección. Ésta es, la de guardar y hacer guardar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución de Nuevo León y las leyes y reglamentos que de ella emanen.

Así protestaron los Alcaldes de Monterrey y Guadalupe, lo mismo que sus respectivos Cabildos. De los primeros dos, Fernando Larrazabal e Ivonne Álvarez, persiste el señalamiento de que no respetaron tal juramento, en lo que tocó al proceso de separación del cargo para aspirar a otro. Aún no terminan las impugnaciones para ambos políticos.

De igual manera, pesa en el resto de los integrantes de estos dos Ayuntamientos la acusación de haber violado la ley y en forma reincidente. Todo esto en el marco de la autorización que regidores y síndicos dieron para que Larrazabal y Álvarez dejaran definitivamente sus puestos.

Tanto el Cabildo regio como el guadalupense desatendieron la orden que diversos tribunales y una Jueza hicieron en diferentes momentos. Los mecanismos empleados por dichos cuerpos municipales para tales desacatos, así como los propósitos de éstos, son idénticos.

El viernes 23 de marzo, de acuerdo con lo que informó EL NORTE, el Primer Tribunal Colegiado le otorgó al ciudadano Eduardo Montemayor una suspensión provisional de amparo, interpuesto contra la separación definitiva del Alcalde de Monterrey. Esto obligaba al Cabildo a llamar a Larrazabal para regresar al cargo. El plazo fijado por los criterios del Tribunal para cumplir el fallo es 24 horas.

Los ediles no obedecieron la resolución y, ese mismo día, el Juez Tercero de Distrito desecha el amparo, por lo que Larrazabal continuó separado de la Alcaldía. Primer desacato.

El segundo desacato tuvo lugar el sábado pasado. Un día antes, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa consideró fundada la queja del ciudadano Eugenio Lee Tang, contra el nombramiento del encargado del despacho de Monterrey, Jaime Bazaldúa.

Transcurrieron 24 horas y el Cabildo no obedeció el fallo del tribunal de ordenarle a Larrazabal reintegrarse...

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