Miguel B. Treviño de Hoyos / Empieza con 'R'

AutorMiguel B. Treviño de Hoyos

Alas autoridades financieras no les gusta que se use la expresión "es irresponsable". El simple hecho de mencionarla provoca tanto nerviosismo en los mercados, que seguramente fue por culpa de algún comentarista irresponsable que el lunes pasado las bolsas del mundo tuvieron su peor desplome desde el 11 de septiembre del 2001.

Las evidencias muestran, sin embargo, que los ciclos de expansión y contracción económicos son tan naturales como respirar para los mortales. Las recesiones son inevitables.

Es cierto que no toda caída bursátil generalizada es síntoma de recesión. Pero una de las dimensiones de la del lunes -"negro"- pasado, sin ningún otro evento inesperado que la explique, como un ataque a las Torres Gemelas, probablemente sí lo sea.

De hecho, otro indicador -mejor que el crack bursátil- de que la recesión ya llegó es cuando las autoridades financieras y los banqueros pierden en horas su aura de credibilidad y empiezan a contradecir la realidad y a tomar una decisión tras otra poniendo todavía más nerviosos a quienes se supone que quieren tranquilizar.

Esto es lo que ha sucedido la última semana: hace unos días, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, propuso que había forma de sacarle la vuelta a la recesión, pero hoy no se ve cómo.

Los banqueros de Europa han venido insistiendo en la supuesta disociación de aquella economía con la norteamericana, pero las caídas de las bolsas de Moscú, Frankfurt, Londres, París y Madrid (la mayor en su historia) dicen otra cosa. El presidente Bush anunció un paquete de estímulos fiscales de 145 mil millones de dólares que en lugar de evitar la recesión sirvió para terminar de instalarla.

Ya como medida desesperada, y para evitar la caída por segundo día consecutivo de las bolsas del mundo, la Fed decidió bajar en 0.75 por ciento la tasa de interés de referencia. Desde 1984 que no se hacía un recorte de ese tamaño. Con o sin recorte, este tema fuera de agenda se apoderó del Foro Económico de Davos.

Decir que se evitará la recesión es demagogia. La economía estadounidense ha tenido recesiones a principios de los 80, a principios de los 90, y la más reciente en 2001.

De hecho fue esta última recesión la que Vicente Fox usó de pretexto para justificar por qué no estábamos creciendo al 7 por ciento que prometió en campaña. Y en parte tenía razón, pues si los europeos no están disociados de la economía estadounidense, nosotros ni de broma lo estamos.

Pero no vayamos con la finta de creerle por completo a...

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