Miedo superado
| Autor | Luis Romo Cedano |
"¿Cómo se te ocurre volar a Estados Unidos el 11 de septiembre?", fue la pregunta que me hizo más de un amigo en los días pasados. No sólo era a Estados Unidos; era a Nueva York (con conexión en Miami) y, por si fuera poco, en American Airlines (AA), una de las aerolíneas estadounidenses cuyos aviones fueron utilizados como misiles contra las Torres Gemelas en la misma fecha de dos años atrás.
Lo cierto es que no encontré ninguna señal ominosa de peligro a lo largo del trayecto. El "check in" en el aeropuerto de la Ciudad de México fue más rápido de lo normal. Nuestras maletas ni siquiera sufrieron la revisión manual. Cuando le pregunté a la señorita del mostrador de AA si para ese día había alguna precaución especial me puso una cara de extrañeza, como si le hubiera preguntado si había vida en Marte.
En el avión, las cosas transcurrieron con toda normalidad. El avión despegó a tiempo, las instrucciones de seguridad fueron las mismas de siempre y la gente se puso a leer, dormir o ver los monitores de televisión con la misma tranquilidad que si estuvieran volando rumbo a Campeche o Noruega. Nadie habló de la incertidumbre de la fecha.
Y a final de cuentas no hubo sorpresas desagradables. Bueno, sí las hubo; una, y ciertamente relacionada con los atentados del 11 de septiembre del 2001. Las sobrecargos nos ofrecieron bebidas y una triste bolsita de minipretzels (una especie de churritos secos y quebradizos de harina que vienen trenzados y cubiertos de granos de sal) para comer. Para un vuelo de casi tres horas (México-Miami) y en plena hora de la comida (para los habitantes de ambos países), los 10 minipretzels eran señal inequívoca de lo maltrecha que ha quedado AA en términos financieros, luego de los eventos de hace dos años (cualquier aerolínea mexicana ofrece más calorías en vuelos mucho más cortos).
Me acerqué a la sobrecargo para entrevistarla y me advirtió que no estaban autorizadas a dar declaraciones a la prensa, de modo que sólo me dio algunos comentarios extraoficiales.
"Nada anormal el día de hoy. La gente parece tranquila, aunque es posible que los agentes de seguridad encubiertos (tal vez mi compañera de asiento) tengan instrucciones de estar más atentos hoy." También me comentó que su siguiente vuelo era de Miami a Washington, DC.
Para los vuelos a la capital de Estados Unidos, dijo, tienen que vigilar que ningún pasajero se levante de su asiento en la media hora previa al aterrizaje... pero ésta es una medida permanente. Nada...
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