Microbús / La luna de valencia

Los que dijeron que el Caso Stanley no era un caso político...se equivocaron. ¡Por supuesto que tiene tintes políticos!

¿O cómo entenderían ustedes que, ya bien entrado el 99, el ahora "cocinero incómodo", Luis Gabriel Valencia López, parafraseando a Francisco Labastida (quien a su vez parafraseó a un distinguido correligionario político suyo que ahora vive en Dublín), asegurara que él "sí los había visto y sí los había escuchado" (refiriéndose, como todo el mundo sabe, a la chica edecán y al señor de los grandes bigotes, Paola Durante y Erasmo Pérez Garnica (a) "el Cholo", respectivamente), el pasado 22 de abril, en la no tan cómoda celda de algún reclusorio?

Poco tiempo después, el cocinero dedicaba sus días a ratificar todas y cada una de sus acusaciones en contra de todos y cada uno de los supuestos implicados.

Finalmente, el día 3 de abril del 2000 (es decir, la semana pasada; casi un año después del supuesto "avistamiento y escuchamiento" en la celda de los Amezcua), todo México también "vio" y también "escuchó" al mentado cocinero desdiciéndose de todo lo anteriormente declarado, amén de poner en entredicho la honorabilidad, la confiablilidad y la veracidad, una vez más, de todas aquellas instituciones dedicadas a la procuración de justicia.

Ya saben ustedes, lo de siempre:

-"Me torturaron"; "me intimidaron"; "me ofrecieron una lana y yo andaba urgido"; "me hicieron firmar, aprenderme y repetir la declaración"; "me amenazaron con tomar represalias en contra de mi familia".

Los que lo vimos, los que lo escuchamos (al menos yo), nos dimos cuenta de algo: el multicitado cocinero no fue capaz de leer ante los medios...¡Lo estrictamente escrito por él!, y si uno no es capaz de leer lo...

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