Microbus / Las estatuas de marfil

Tres sucesos llaman poderosamente mi atención y con toda seguridad (o inseguridad, para estar ad hoc con el ambiente que priva en la ciudad) la de algunos colegas y compatriotas (sin parafrasear a nadie, que conste): el toma y daca del peligro que corre nuestra soberanía con eso de la privatización de la energía eléctrica; la cada vez más voluminosa deserción escolar, y la reciente presentación en sociedad de la estatua de don Fidel Velázquez (que a ver cuánto tiempo dura antes de que se la roben los causantes mayoritarios de nuestro desprestigio internacional, es decir, lo uñas larga de barrio).

De entrada, en lo referente a la soberanía nacional...creo que cada uno de nosotros tiene un concepto muy diferente de lo que es la soberanía nacional; desde mi muy personal punto de vista, intuyo que desde la llegada de los españoles, hemos sido (salvo algunas excepciones) unos auténticos soberanos...¡pero unos soberanos dejados!...por seguir permitiéndole a quien nos gobierna, que tanto él como su gente...no sólo no nos consulten jamás, sino que además nos sigan tratando con la punta del pie (y nosotros sin reclamarles, sin pedirles cuentas claras, precisas y puntuales, sin chistar sus malas decisiones y pésimas administraciones. Un dato: ahora parece que los angelitos oficiales le quieren endilgar al pueblo, es decir, a usted y a mí, la deuda de 90 mil millones de pesos que tiene la Compañía de Luz y Fuerza del Centro; claro, si no chistaron con lo del Fobaproa, seguramente tampoco chistarán con esto), cuando somos nosotros quienes de alguna u otra forma les pagamos los sueldazos que...

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