Microbús / Canguros y ratones

Dejemos a un lado las lides políticas por un momento, ya saben, los dimes y diretes entre Carlos Franco y Luis Kelly, o entre D"ring y Quintero. Dejemos que se asiente el discurso presidencial que enmarcó la presentación oficial del Plan nacional de Desarrollo, para unos viable, centrado y humanista, para otros un simple catálogo de buenas intenciones, y para los de más allá hueco y vacío. A lo largo de la historia ha habido tantos, comenzando con el Proyectl Nacionalitzin para el Desarróllotl, promovido por Huitzilíhuitz, que han terminado en el interior de una fría gaveta, eso sí, muy bien escritos, integrados, empastados y engargolados; olvidémonos por unas cuantas horas de los 20 millones de dólares que los fiscales neoyorquinos acaban de congelarle a Mario Villanueva (de segurito le van a encontrar muchos más, pero casi puedo escuchar al preso más famoso y reciente de La Palma asegurando que esa fortuna es producto de una vida dedicada a ver por el bienestar de su pueblo, y al ahorro personal, porque él también, como Raúl, es muy honrado, incapaz de hacerse de bienes malhabidos).

Mejor saltemos a la cancha del juego más apasionante de todos: el futbol soccer.

Primero fuimos a Derby, Inglaterra, y el evento, de carácter amistoso, se convirtió en el Gran Derby (para los ingleses, claro) en los pastos del estadio del orgullo; nos fue peor que a la famosa Rosita de la canción norteña, a la que nomás tres tiros le dieron por haber ido al baile.

Así es, los integrantes de la selección de la Rosa, salieron a la cancha echando tiros y no sólo nos bailaron sino que además nos metieron cuatro no me olvides. Y no es que la prensa se le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR