México visto desde fuera/ Olfato político

AutorGeorge W. Grayson

Los nómadas somalíes tienen 45 nombres distintos para el camello debido al papel crucial del dromedario en sus vidas. De manera semejante, los mexicanos enterados emplean una plétora de términos para elogiar a los políticos hábiles. "Con colmillo", "olfato político", "listo", están entre las palabras que se encuentran en el léxico político de la nación.

Aunque cometió errores flagrantes a finales de su administración, Carlos Salinas mostró estas cualidades, y después de su reciente fiasco con el aeropuerto, el presidente Vicente Fox debería examinar cómo abordó Salinas un asunto sumamente controvertido: el cierre de la refinería petrolera de Azcapotzalco en la Ciudad de México hace 11 años.

La vieja y nociva planta contribuía en gran medida a la contaminación del aire en el Distrito Federal y sus alrededores. Por eso, Salinas decidió cerrar las instalaciones. Cuando el emisario del ex jefe del Ejecutivo, el astuto jefe de relaciones laborales de Pemex, notificó a Carlos Romero Deschamps, entonces jefe de la sección 35 del extremadamente poderoso Sindicato de Petroleros (STPRM), la decisión presidencial, el líder laboral inmediatamente rechazó la acción. Después de todo, el cierre amenazaría el trabajo de 6 mil "petroleros" empleados en Azcapotzalco.

En lugar de tratar de aplastar a los militantes del STPRM y arriesgarse a desagradables y prolongadas manifestaciones, Salinas envió un mensaje a Romero Deschamps. De hecho, le dijo: "Voy a cerrar la refinería. Si no le gusta mi plan, conciba el suyo para mi consideración".

Sabiendo que el duro Salinas hablaba en serio, Romero Deschamps y sus asistentes se arremangaron la camisa y se pusieron a trabajar. Propusieron generosas indemnizaciones para los trabajadores más antiguos y no tan generosas para otros jubilados, mientras recomendaban la asignación de algunos "petroleros" más jóvenes a la refinería de Hidalgo cerca de la Ciudad de México. Unos cuantos cientos de empleados eventuales perdieron sus empleos. Después de una semana o dos de regateos, negociaciones y concesiones mutuas, el gobierno y el STPRM llegaron a un acuerdo.

Este proceso permitió a Salinas anunciar el cierre de Azcapotzalco a las 11:00 horas del 18 de marzo de 1991, el 53 aniversario de la nacionalización de la industria petrolera llevada a cabo por Lázaro Cárdenas. Antes de que anocheciera ese día, los trabajadores comenzaron a cerrar las válvulas y a desmantelar el equipo, con sólo mínimas protestas. Salinas consiguió lo...

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