México contra la tortura

AutorPatricia Olamendi Torres

La tortura no es una conducta nueva o desconocida. Desde tiempos inmemoriales la historia da cuenta de regímenes que -en distintas partes del mundo- recurrieron a ella cotidianamente. Por fortuna, el mundo ha evolucionado y hoy los Estados están obligados a combatirla y erradicarla.

A lo largo de los años, esta convicción se ha reflejado en el establecimiento y consolidación de un cuerpo normativo para avanzar en el objetivo de erradicar la tortura de la faz de la tierra. México no ha sido ajeno a esta lucha.

La Constitución Mexicana establece el derecho de las personas a la protección de la ley y prohíbe de manera absoluta la tortura. Sin embargo, es un hecho que nuestro marco legislativo es insuficiente para prevenir y combatir la tortura y existen casos que documentan la comisión de actos de esta naturaleza en territorio nacional.

Tenemos que reconocer que México sigue luchando para hacer del cumplimiento de la ley una realidad. Y que el camino ha sido difícil. Hoy, el cumplimiento de la ley no entusiasma a grandes sectores sociales y en especial a las nuevas generaciones.

Tanto a nivel interno como internacional, los órganos encargados de la protección de los derechos humanos coinciden en afirmar que la tortura es un fenómeno que no ha logrado ser erradicado en el país. En la opinión pública subsiste la percepción de que -en mayor o menor grado- la tortura sigue presente en el actuar de autoridades.

Resulta curiosa esta percepción en un momento en el que, como nunca antes, el gobierno de México está firmemente comprometido a asegurar el respeto de los derechos humanos y ha adoptado numerosas medidas para hacer de este objetivo una realidad. La sola percepción de que en México se practica la tortura afecta la imagen de un país convencido de la importancia de los derechos humanos y nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos en esta esfera.

Es cierto que la situación particular por la que atraviesa el país y nuestra propia pluralidad influyen en el debate. Diversos expertos coinciden en que hoy, México se enfrenta a un contexto que refleja un sentimiento público de inseguridad que, al igual que en muchos países del mundo, ha aumentado rápidamente a la par de la evolución económica y política. Los sectores afectados exigen una firme acción oficial. Hacer frente a estos problemas es un reto considerable para cualquier gobierno. Sin embargo cualquier Estado de Derecho, si quiere beneficiarse de ese calificativo, debe erradicar cualquier...

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