México y Sanz... ¡cuatachos!
Autor | Alejandro Sanz |
Pasó más de dos semanas en el DF, abarrotó el Auditorio Nacional en ocho ocasiones, recibió los aplausos de 80 mil personas durante sus conciertos en ese recinto, ahora Alejandro Sanz corresponde al cariño del público dedicándole un texto, de su puño y letra. "Mi estimado México, usted y yo somos hermanos. Carnales enchilados...", así describe el intérprete español su relación con el País, en este escrito que da a conocer en exclusiva a través de Gente! Hoy, a punto de entrar a la etapa final de su gira "El Tren de los Momentos", la cual concluirá el próximo sábado 12 en Monterrey, Sanz revela su historia con México.
México no es sólo grande, es hondo
México es un gigante de colores
que me inspira.
Contigo cobran vida mis pretextos
ansiosos por echarnos unas risas
cuatachos, cómplices... artistas
Viva México... y lo gritas.
Y nos vamos desnudando de las prisas
...repitiendo aquellos ritos me descalzo;
yo te entrego mi deseo en una brisa.
Tú me entregas la palabra y el pasado,
mi alegría y mi quebranto
tú, sonrisas; yo, mi llanto
tú, el suspiro... tú, la vida.
No hay un abismo al que nosotros
no nos hayamos arrojado
no hay un vaso
que no hayamos vaciado
ni una historia de amor
que no nos hayamos contado
ni un piropo en este mundo
que no conozcamos.
Mi estimado México,
usted y yo somos hermanos
carnales enchilados,
hinchados de pasados
primos del Rey Midas,
llorones y aventados,
licenciados por la vida
reventados por la mano,
caballeros repeinados
golfos como nadie
y fieles transparentes que fingimos
que somos del corral los gallos malos,
Usted, amigo mío, tiene arte...
tiene don, tiene coraje, tiene duende;
usted no necesita de mi lira.
Usted me echa de menos...
ni lo mencione... faltaría.
A mí, volver... me da alegría,
como somos caballeros
no hará falta que le diga
que sí, eso es lo que siento
por los mexicanos;
de las mexicanas...
ni hablamos.
Con permiso, mi estimado
México, voy a sacar tu bandera
a mi escenario.
Y como aquí es ilegal sacarla,
yo muestro respeto, y callo,
la saco en el cuello, en el brazo,
en el roto de la voz
y... me arremango.
Bendita la tierra y el barro
no hay una vez que
...
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