México Channel / El renacer de un fantasma

AutorHarry Möller

¿Hasta dónde puede uno llegar en busca de cosas raras de México? Imposible saberlo, pero los casos abundan y sólo se necesita rascar un poco. Esta vez, por ejemplo, vayamos en busca de la primera red telefónica que se instaló en el País, para uso estrictamente privado (apenas cuatro años después de la línea México-Tlalpan). De paso conoceremos la segunda planta hidroeléctrica que funcionó después de la de la ciudad de México. Estamos hablando de 1884.

El hombre que hizo posibles ambos adelantos fue el último alcalde de Washington, DC, quien se trasladó desde aquella ciudad hasta Chihuahua para conocer la propiedad que acababa de comprar por 600 mil dólares.

Su viaje lo condujo a lo más hondo del más profundo cañón de las Barrancas del Cobre, a donde llegó incitado por la posible explotación de un mineral de plata cuya riqueza excedía todo lo conocido. Y no se equivocó. En el curso de los años produjo 20 millones de onzas de plata.

La planta eléctrica que hizo llegar, desmontada, a lomo de mula, no era para su deleite personal, sino para operar un molino de mineral, refinarlo y fundirlo. De otra manera, enviar hasta Chihuahua el material en bruto significaba 10 días.

Aquel hombre que cambió Washington por Batopilas, "el último rincón del mundo", fue Alexander R. Shepherd. Vivió ahí 22 años, acompañado por su esposa y tres hijos.

Batopilas, que hace 15 años era un pueblo fantasma, ha renacido gracias a una insospechada afluencia de turistas a los que no les importa...

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