México Channel / Hacia el misterio de Tepuxtepec

AutorHarry Möller

Ponderar excesivamente un lugar acarrea el peligro de causarle desilusión a quien acude a verlo. Entonces, ¿cómo hablar de un sitio magnífico sin decir que lo es? Ese es el caso de Tepuxtepec, Michoacán, casi en el lindero poniente de Querétaro.

La primera escala de este viaje se realiza en San Juan del Río para desayunar con barbacoa, consomé y tortillas recién salidas del comal, luego es imprescindible una vueltecita por las tiendas de cestería para ver qué tienen de nuevo.

Al salir de San Juan para retomar la carretera a Querétaro, tienes que recorrer unos 11 kilómetros hasta la desviación rumbo a Amealco (uno de los poblados más antiguos de Querétaro, y con un buen hotel en "La Muralla"). A los 20 km y antes de Coroneo está la desviación hacia Tepuxtepec, se pasa por Epitacio Huerta (desde aquí se puede ver la presa), y como a los 20 km ya está uno en Tepuxtepec.

El sitio es algo así como un pueblo fantasma moderno (abandonado en 1980 tras concluida la presa). Hay que caminar en busca del río, y esto es una grata aventura. Tras unos dos kilómetros se llega a la planta hidroeléctrica colgada en un costado de la barranca, y a partir de aquí todo el espectáculo es tuyo.

Aguas arriba hay tres cascadas con otras tantas pozas que gritan su invitación al baño. Las márgenes del río, pobladas por añosos sabinos, están sombreadas por sus enormes sombrillas (¿será aquí donde Sabines descubriera que "las aguas se tragan la sombra de los árboles"?).

Es un paisaje de verdes tiernos y húmedos en una cañada mágica...

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