México Channel / Artesanía que mide el tiempo

AutorHarry Möller

Tenía 17 años y se aburría de lo lindo en la sierra poblana, en una finca llamada Coyotepec. Soñaba con engranes y tenía pesadillas con circulares piezas dentadas. Es decir, estaba obsesionado con la idea de construir un reloj después de haberle hecho la autopsia al reloj de su casa.

El muchacho se llamaba Alberto Olvera Hernández y sólo disponía de las rústicas herramientas de un tallercito de carpintería, un torno para madera, una fragua y un yunque, pero tenía a su favor la terquedad de una mula, de modo que empezó por fabricar las herramientas que necesitaría, incluyendo sus propias limas para tallar en el hierro los dientes de cada engrane.

Al final del segundo año de aquella obsesión, el reloj cobró vida. Daba la hora y daba la medida de una excepcional voluntad. ¿Y quién hace un reloj que no pueda hacer dos? Se instaló en la vecina ciudad de Zacatlán, Puebla. Poco después inició la primera fábrica de relojes en Latinoamérica. Relojes grandes, monumentales, apropiados para iglesias y edificios públicos, ostentando la marca Centenario.

Uno de aquellos primeros relojes que construyera lleva ya 81 años de fiel y puntual tic-tac en un campanario de Chignahuapan. Actualmente hay en casi todo el País, y son admirables muestras de una singular artesanía.

¿Qué hacen esos relojes poblanos, además de dar la hora? Prácticamente lo que a usted se le ocurra. Por ejemplo, uno de ellos, instalado en Tulantepec, Hidalgo (cerca de Tulancingo), toca a las seis de la mañana y de la tarde el himno nacional, luego toca el himno guadalupano; tiene distintas melodías para los cuartos, las medias, tres cuartos y las horas en punto. Todo ello de manera automática, sin cuerda ni electricidad, sólo por medio de un ingenioso sistema de contrapesos.

La visión de Alberto Olvera, de hace más de 80 años, fue compartida por sus hijos y familia, logrando consolidar una empresa donde hoy labora medio centenar de personas.

Visitar esta fábrica, abierta al público, resulta una...

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