Mexicar / Transparencia civil

AutorEnrique Canales

A pesar de que la reforma fiscal abortó y la reforma energética no tiene suficientes padrinos, los cambios en el país se siguen dando. Uno de los cambios más importantes que se están dando es el de la aplicación gradual de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información. Como todos los cambios sociales, éste necesita vencer actitudes y sabotajes de muchos funcionarios autoritarios quienes todavía creen que son los jefes natos de los ciudadanos.

La transparencia poco a poco le va quitando a la oscuridad por aquí un dato, por allá una lista, más allá un informe y la transparencia se va convirtiendo en una virtud de una buena autoridad, a pesar de todo.

Este avance apenas forma una cabeza de playa frente a un enorme territorio oscuro que es necesario conquistar. Seguimos en peligro de volver a las tinieblas. Todavía existe mucha discreción de parte de las autoridades. Por ejemplo, vemos la libertad que los asambleístas le dieron a López Obrador para modificar y transferir las partidas de su presupuesto. Esa libertad es aterradora pues la caja chica se puede hacer grande y la caja grande puede favorecer a los simpatizantes. A Andrés Manuel le han brindado sus cuates perredistas de su Asamblea una "carta blanca oscura" que los legisladores perredistas en el Congreso de la Unión nunca le otorgarían a Vicente Fox.

Lo cual indica que todavía no operamos la política a nivel profesional, creando procesos neutrales de control para todas las autoridades sin importarnos su origen partidista. Todavía estamos operando a un nivel sentimental de "te tengo confianza o no te tengo confianza", operación a nivel de preprimaria de cualquier administración privada o pública. Este pedir confianza crea el caldo de cultivo para que las fuerzas de la oscuridad vuelvan a dominar al país.

La transparencia de toda la cosa pública es indispensable para determinar los rumbos más adecuados, detener la corrupción e inclusive para impartir justicia. Sin transparencia, un manto de oscuridad cubre las decisiones caprichosas, los desvíos y las ineficiencias. En muchas partes del país, ni siquiera la nómina es transparente. El Poder Judicial todavía utiliza la oscuridad de los procesos judiciales como fuente de su poder. En todo el país, ni siquiera el nivel escolar de alumnos, maestros y...

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