Mexicar / Incesto partidista

AutorEnrique Canales

Si un ciudadano percibe que es apreciado por sus buenas intenciones políticas, que no le debe nada a la justicia y quiere promoverse para conseguir el voto ciudadano, a la fecha no lo puede hacer. Los partidos cometen contra nosotros no un bloqueo, sino un incesto, porque nos violan los derechos ciudadanos a ser votados. Sólo podemos ser votados si asistimos a las capillas partidistas, si prometemos fidelidad y si les cantamos alabanzas a los líderes de algún partido.

Los partidos son carpas abiertas para ir a aplaudir a los monigotes del estrado, pero son capillas cerradas para ofrecer oportunidades políticas. Para los partidos los méritos corresponden a los años de disciplina dentro del partido y no al valor civil realizado y logrado en las callejuelas ciudadanas. Es indigno obligarse a agachar la cabeza y soportar a los jerarcas partidistas, quienes con el dedo interno señalan a sus favoritos.

Ellos se dicen representantes de la ciudadanía, pero la militancia activa, considerando a todos los partidos, no llega ni al 10 por ciento de la población, por lo tanto, los partidos tienen una autorización legal, pero no tienen una representación real.

Los partidos principales, el PRI, el PAN y el PRD, desde hace muchos años han impedido la participación personal para que alguien por el puro y glorioso hecho de ser mexicano, sin problemas con la justicia, pueda ser electo en una elección política. El mexicano puede votar, pero todavía no encontramos la manera de que pueda seguir independiente y también pueda ser votado para dedicarse libremente al bien de su comunidad sin compromisos partidistas.

El hecho de que el ciudadano apreciado por su comunidad no tenga un procedimiento que le garantice su independencia frente a otros grupos es una desgracia democrática ya inaceptable. En el caso de Jorge Castañeda, la Suprema Corte ha recibido críticas de peso, al no poder diferenciar entre la defensa de un proceso legal electoral y la defensa de un valor democrático supremo.

Si los partidos dentro del Congreso son los que nos han bloqueado, al menos una fuerte crítica debería hacer la Suprema Corte; incitando al Congreso a que busque la manera de reconocer nuestro derecho a mantener nuestra independencia personal, participar en alguna contienda de precandidatos no comprometidos y lograr aparecer como "candidato independiente" en las boletas de votación.

Nos urge fomentar la virtud personal y ciudadana de ser independientes y autónomos. Pues la...

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