Merman a mensajero

AutorÓscar Luna, José Luis Marroquín y Fernanda Carapia

Los avances tecnológicos que han vuelto obsoleto el envío de cartas, la competencia con empresas privadas, los recortes presupuestales y el mal servicio que desde hace años ofrece, han acelerado en los últimos tiempos la caída del Servicio Postal Mexicano

Resienten oficinas olvido y abandono

Óscar Luna

Las oficinas de Correos de México están en el olvido.

El avance de la tecnología y la nula inversión del Gobierno federal desde hace al menos 15 años están llevando a la decadencia al organismo descentralizado que opera con aproximadamente 12 mil trabajadores en todo el país.

Los muros, paredes y fachadas son testigo de ello.

En la oficina ubicada en la Avenida Insurgentes Sur, en la Alcaldía Tlalpan, por ejemplo, la fachada está grafiteada, no hay luz ni plafones en la mitad del techo del salón principal y a las motocicletas les falta mantenimiento.

En este inmueble, la falta de protección en puertas y ventanas provocó que hace dos años ladrones las rompieran e ingresaran para robarse dos básculas.

En el exterior de la oficina de San Ángel, en la Alcaldía Álvaro Obregón, hay un buzón anclado a la pared, pero permanece sin candado, abierto, rayado y lleno de polvo.

Al interior, el panorama es desolador. En el espacio de más de 50 metros cuadrados apenas hay un cliente y una ventanilla atendiendo.

Hay tres escritorios a la vista, pero ninguno está ocupado. Además, un rincón es utilizado como almacén con cajas, muebles, bolsas y escobas.

En las instalaciones de la Colonia Anzures, en la Alcaldía Miguel Hidalgo, ante la falta de mantenimiento, la pintura de la fachada ya comienza a desprenderse.

En la década de los 90, el ritmo en las oficinas era muy acelerado, recuerda uno de los trabajadores.

"No nos dábamos a basto, era un ritmo aceleradísimo, no parábamos desde que entrábamos", recuerda uno de los trabajadores con 30 años de servicio.

"Teníamos hora de entrada, pero no de salida, algunos hacían tiempo extra y se los pagaban, hoy ya no".

Antes, señala, en una sola oficina se recibían hasta tres toneladas de correspondencia por día, hoy no se superan los 500 kilogramos.

La mitad de la correspondencia que distribuyen es de CFE, Telmex y Citibanamex, sus principales clientes.

Si estas empresas dejan de distribuir su correspondencia, sería prácticamente el fin de Correos de México, consideró.

Antes cada oficina recibía al día hasta 500 personas, pero hoy son entre 75 y 120. Antes cada cartero repartía hasta 70 kilogramos de correspondencia al...

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