Estan mercados pa' llorar

Desde hace casi tres meses, en el Mercado Juan Álvarez, en Guadalajara, la comida corrida, los jugos y la fruta se ofrecen acompañados de una bocanada de polvo y contaminación.

La falta de mantenimiento y atención por parte del Gobierno municipal llevó a que colapsara una parte del espacio comercial -con más de 60 años de antigüedad- obligando a desalojar a los locatarios.

Así, desde noviembre pasado la venta de productos se mudó al exterior del inmueble; los comerciantes instalaron sus puestos sobre la banqueta, debajo de toldos provisionales.

De acuerdo con algunos de los 23 locatarios, el desalojo les ha provocado pérdidas económicas considerables, pues las ventas se redujeron en un 50 por ciento, aproximadamente.

Aunque el Ayuntamiento les prometió que atenderían la problemática, detallaron los locatarios, todavía ni siquiera se había determinado si el mercado sería derrumbado y reconstruido.

A menos de 2 kilómetros hacia el poniente, el Mercado Capilla de Jesús también luce deteriorado.

Según locatarios, la estructura que sostiene al techo se está venciendo y la humedad ha ganado terreno en varios muros.

En su exterior, una placa de metal advierte que la última remodelación fue en 1995.

Pese a que varios mercados de Guadalajara fueron remodelados en años recientes, la mayoría tiene detalles.

Tal...

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