Menos basura y más ambiente

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 28 (EL UNIVERSAL).- Los festivales en el mundo toman medidas para no contaminar; en México ya hay iniciativas pero todavía falta.

La espera terminó. Karen, de 22 años, por fin verá a su músico favorito en un festival. Ella es de las que cuida el ambiente en casa: evita usar el automóvil, gestiona el agua que consume y recicla en la medida de sus posibilidades, incluso ya evitaba el uso de bolsas de plástico antes de que, a inicios de este año, entrara en vigor la Ley de Residuos Sólidos en Ciudad de México.

Al hacer un recuento, la joven advierte un punto ciego en su misión de salvaguardar el planeta: ésta se remite a su hogar y zonas que frecuenta, pero pasa inadvertida cuando acude a un festival de música. Ahí no suele reparar en el daño ambiental al consumir bebidas y comida, tampoco cuando se habla de la energía que requiere un evento masivo, ni la pirotecnia que se utiliza y hasta el uso del automóvil.

De acuerdo a datos del Sistema de Información Cultural, tan sólo en la Ciudad de México se realizan al año 181 festivales, muchos de ellos no tan concurridos, pero otros, como el Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, Corona Capital y el EDC, reciben hasta 90 mil personas por día, según cifras de sus organizadores.

La pregunta de Karen es: ¿se hace algo al respecto? Sí.

Itzel González, promotora del Vive Latino, cuenta que desde hace nueve años el evento ha trabajado con la organización Pronatura para valorar el impacto ambiental y reponer el daño por huella de carbono, esto es, hacen una evaluación de lo que se contamina para luego plantan árboles o realizar otros programas que compensen el daño.

"Evalúan todo lo que se gasta en el festival como vuelos camionetas, generadores, escenarios e inclusive caterings. Pronatura nos pide todos los datos, toma medida de todo lo que se está usando y al final nos da nuestra cuenta".

Qué se hace en el mundo. Los festivales mexicanos registran esfuerzos similares desde hace algunos años y se encaminan para estar a la altura del resto del mundo.

Los eventos son grandes generadores de contaminación en el planeta, ésta se mide por la huella de carbono, el indicador ambiental que busca reflejar los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto por un individuo, organización, concierto o producto. Las iniciativas al respecto son claramente mayores en otras partes.

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