La menor importancia / Trump

AutorJosé Israel Carranza

Lo siniestro, si Donald Trump llega a ser Presidente de Estados Unidos, radicará en el hecho de que haya sido mayoría los votantes seducidos por su discurso belicoso, megalómano, racista, misógino, homicida y, en suma, inhumano. Es decir: como muchos poderosos en todo el planeta, Trump puede ser un asco, pero lo alarmante es que siendo semejante asco resulte tan atractivo y convincente para las masas que ven en su ascenso un atajo a la revancha y que lo ven como el justiciero que habrá de conducirlas. Que ya las conduce, de hecho: cuánta alegría rabiosa no estará ya incubando en los corazones resentidos que aceitan sus armas, en la espera de que suene su hora.

Lo perverso de esta circunstancia se acentúa porque la prosperidad del odio como combustible para la política no se ha podido contener. Es decir: como muchos vociferantes en todo el planeta, Trump habrá podido prodigarse en sus injurias, sus infundios, sus alardes y sus histerias, pero la razón y el afán de la verdad no han hecho contrapeso suficiente para contener la andanada. Sí, es posible que a cada exabrupto del magnate lo siga una débil llovizna de protestas por parte de quienes están contra él, pero la cosa no pasa de ahí. Lo cual acaso signifique que en la sociedad estadounidense contemporánea, violenta, paranoica, embotada...

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