La Menor Importancia / El pobre hombre

AutorJosé Israel Carranza

El componente sentimental de la opinión pública dificulta encontrar en ésta, para cuanto concierne a una comprensión objetiva del momento presente, mayor relevancia que la que puedan tener las listas de canciones exitosas o el rating de las telenovelas. Dicho así, claro, lo que sigue es dejar a los especialistas la tarea de matizar tal temeraria opinión -la de un lego en la materia, la de un mero espectador- sobre la opinión pública. La simpatía o la antipatía cuyas razones pueden ser tan diversas como quienes las experimenten -sigue la consideración del lego- deben de ser más bien incuantificables e inconstantes, y por tanto no hay manera de atenerse a ellas cuando se pretende identificar el parecer de la gente con la realidad de los hechos. El parecer de la gente, es decir: las impresiones que es capaz de explicar cuando se le preguntan. Su sentir.

No es infrecuente, por ejemplo, escuchar que la gente "siente" que Vicente Fox es una buena persona, o mejor, "un hombre con buenas intenciones". Que su trabajo, desde que asumió la Presidencia, se ha visto obstaculizado por individuos determinados a impedir que dé ningún paso -y siempre parece difícil precisar quiénes son estos individuos, aunque a poco de insistir siempre reluce una generalización: "sus enemigos", y más adelante otra: "los legisladores de Oposición". Que no lo han dejado hacer, vaya. Y, sobre todo, que la villana del cuento ha sido su esposa, en quien la opinión pública tiende a ver una inteligencia malévola y una ambición desmedida por cuyo influjo no queda más que tener compasión del buen hombre. (Un ejemplo de este sentir es la conversación reciente con un taxista, tan firme...

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