LA MENOR IMPORTANCIA / Orgullo

AutorJosé Israel Carranza

Lo pensé concienzudamente, a fondo, con la voluntad de dar una respuesta razonada y sincera, y luego de meditarlo por cinco segundos llegué a la conclusión de que no me siento orgulloso del Chicharito. Nada hice para que estuviera donde está; si acaso le he festejado alguna gracia, lo he hecho con el entusiasmo fugaz que pongo en celebrar que haya una coca en el refri, esperándome en el momento oportuno. Ni mi amigo es, ni mi pariente, ni nada.

Lo mismo con Ximena Navarrete, con quien tampoco (otros dos segundos de reflexión) hallo motivos para sentir míos sus triunfos. Los Panamericanos -ni siquiera necesito pensarlo- me caen gordísimos, por mí que se vayan a hacerlos en las Islas Revillagigedo, o donde sea que no estorben. Por la suma de mi indiferencia y mis antipatías, veo que debo contarme entre la minoría de tapatíos que se sienten poco o nada orgullosos del Chicharito, de la miss y de los juegos cebitos, tapatíos también los tres, razón por la cual se preguntó acerca de ellos en la Encuesta de Percepción Ciudadana de Calidad de Vida, levantada por el Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida y cuyos resultados se dieron a conocer el lunes pasado. A la pregunta de qué tan orgulloso se siente uno de vivir en Guadalajara, el 77 por ciento respondió "muy" o "algo", y de nuevo: yo me acomodaría en la franja de los que contestarían que nada -e incluso, de existir, marcaría la casilla que dijera: "Más bien me da penita".

Abundan los datos sorprendentes en esta encuesta, y las ocasiones para la perplejidad más inesperada. "¿Cree que esta ciudad es propicia para que usted sea feliz?". ¡El 81 por...

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