La menor importancia / Cuevas

AutorJosé Israel Carranza

Es inevitable preguntarse qué tuvo que haber pasado en el entorno familiar de José Luis Cuevas para que su despedida tuviera el carácter casi operístico que tuvo. Los gritos, las ovaciones, los desplantes histriónicos, la incomodidad angustiada de los funcionarios y su ridiculez, los enigmas, las lágrimas, las risotadas (empezando por la risotada que el propio Cuevas parecía a punto de soltar desde la foto que presidía el drama), las acusaciones (como la que aventó el exaltado Aridjis, acusación disfrazada de incomprensión), la intriga, los rencores, y todo eso en el ámbito del vestíbulo de Bellas Artes, donde la urna funeraria estaba a la vista de los murales, otrora provocadores y ahora más bien hieráticos, que atestiguaban lo que había causado ese muchacho tan dado a los extremos y a la insolencia, tan fuera de madre de los cauces del arte en México...

Únicamente quienes protagonizan semejante drama conocerán los porqués (y, es claro, cada quien dentro del elenco principal tiene su propia versión), y es de sospecharse que el propio Cuevas habrá pasado sus últimos tiempos ignorante de lo que ocurría. Ya en 2013 había sido exhibido en todo su desvalimiento, aterrado, evidentemente incapaz de poner freno a la catástrofe que lo tenía en el centro. Terrible, claro, pero en todo caso un drama...

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