Memorias de La Silla / 'La compañera'

AutorGuadalupe Loaeza

Es cierto que en La Silla no se ha sentado jamás una mujer. Existe incluso una leyenda que cuenta que una mujer llegó a ser Papisa en la Edad Media, y en cambio en México no se ha dado el caso de que tengamos una Presidenta. Pero no por eso debemos dejar de hablar de las Primeras Damas.

También es cierto que nos tenemos que acostumbrar a no llamar así a las compañeras de los mandatarios, como hace apenas unos días lo manifestó Beatriz Gutiérrez Müller. "Primera dama" es un término cursi y paternalista, y además nos hace pensar en mujeres que tienen que dedicarse a fuerzas a dirigir el DIF, como si atender la maternidad fuera el destino de las mujeres políticas. Cuando llegue al poder la primera Presidenta, ¿a qué se dedicará su esposo?, ¿qué puesto honorario ocupará?

De algún modo, las esposas de los Presidentes de México han sido víctimas de las circunstancias. Muchas de ellas ni siquiera han querido que su marido ocupara el cargo más importante, y han vivido con gran inquietud cada uno de los días de su periodo presidencial. Pero, de todas las Primeras Damas de la Historia, ¿cuál es la más emblemática?, ¿la que ha sido más recordada? Nos inclinamos a pensar en la figura de doña María Esther Zuno, la esposa del presidente Luis Echeverría, precisamente porque ella también odiaba que la llamaran "Primera Dama", y solicitó que la llamaran "compañera". Pero en su caso, la esposa de Echeverría no lo hacía por combatir el clasismo o el machismo, sino que le parecía que el término no era más que una traducción de "First Lady", como se le llama a las esposas de los presidentes de Estados Unidos, así que le parecía un término inaceptable. No tuve la suerte de conocerla, pero siempre se hablaba de su educación, de su compromiso, y de que provenía de una familia de intelectuales de Guadalajara. Su padre era don José Guadalupe Zuno, quien fuera gobernador de Jalisco, un político que había apoyado a los artistas de su tierra, como José Clemente Orozco.

En el libro que es la referencia de la vida estas mujeres, La suerte de la consorte, de Sara Sefchóvich, nos enteramos de todos los aspectos de doña María Esther. En primer lugar, que ella era muy amiga de Frida Kahlo y de Diego Rivera, así que iba frecuentemente a visitarlos a su casa. Y fue precisamente en ese lugar en donde conoció a un joven estudiante de Leyes que se llamaba Luis Echeverría, quien a su vez era gran admirador de estos pintores. ¿Cómo era la vida de esta joven?, ¿qué le atrajo de ella...

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