Mejoran trato a migrantes
| Autor | Luis Alegre |
"Gracias por su comprensión y su educación, siempre fui muy bien tratada", escribió a manera de despedida Rocío, una señora venezolana asegurada con su hija en la Estación Migratoria de Iztapalapa, en la capital del País.
Como éste, hay más de 40 testimonios escritos en un cuaderno -como los que se ponen al final de una exposición en los museos- que está a disposición de los extranjeros asegurados por Migración.
"Todos los que trabajan aquí son muy buenos, les agradezco muchísimo y les pido que mejoren un poco la comida", opinó Edisson, un panameño que también pasó sus días en este edificio, antes de ser deportado por no acreditar su legal estancia en México.
También hay mensajes en chino, en inglés y en rudimentario español de otros tantos extranjeros. "La jente que travajan aquí están tan amistosos grasias", anotó una señora estadounidense.
Hugo Ayala, subdirector de la Estación Migratoria de Iztapalapa -la más importante del País-, asegura que este lugar ya no es una vergüenza para las autoridades.
Ex asesor de la titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Magdalena Carral, y empleado federal desde hace casi 30 años, Ayala sostiene que la mejor prueba es que están cambiando las quejas por agradecimientos. Por eso presume su libro de los adioses.
El trato a los extranjeros asegurados, explica Ayala, tiene que ser la mejor carta de presentación para un Gobierno que pide lo mismo para sus ciudadanos que son detenidos en los Estados Unidos.
Es cierto, la Estación Migratoria está cambiando. De hecho, llevan dos años en obras para ampliarla y remozarla. La primera empresa que ganó la licitación para estos trabajos quedó mal. El INM tuvo que lanzar una nueva convocatoria.
Con gafetes de identificación al cuello, los albañiles vienen y van con carretillas de arena, bultos de cemento, tablones y ladrillos. La obra tiene que estar terminada para mayo.
Para entonces podrán apreciarse, entre otros cambios, la fachada de cristal de las oficinas administrativas, el enrejado de tubos, que suple la alambrada carcelaria, y el jardín con juegos infantiles.
También se habrá terminado la ampliación de los dormitorios masculinos. El cupo total de la Estación Migratoria será de 400 personas, más del triple de la capacidad anterior.
Pero lo más notorio es que huele a limpio. Esto no es poca cosa, si te toma en cuenta que este lugar realmente apestaba.
Tiempos de vergüenza
Hace 29 meses, REFORMA entró a la Estación Migratoria. Entonces, las planchas de...
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