Ni refundación, ni mejora en PAN

AutorErnesto Núñez

MÉXICO.- La crisis del PAN no toca fondo: a poco más de un año de haber perdido la Presidencia de la República, el partido blanquiazul no ha logrado concluir la "mejora" ordenada por su Consejo Nacional tras la debacle.

Sigue latente el conflicto entre las corrientes que se disputan los espacios de poder que les quedan. Las elecciones del 7 de julio demostraron que el PAN no le gana al PRI sin el PRD. La vida institucional está quebrada; sus nuevos estatutos, en un impasse jurídico, y sus nuevos cuadros, sumergidos en la pelea por la Secretaría Nacional de Acción Juvenil.

La crisis es de tal magnitud que, por primera vez en 60 años, los panistas no saben cuándo, cómo, ni quiénes elegirán a su próximo dirigente nacional. Lo que sí está claro es que la pelea por el control y liderazgo del partido ya genera nuevas tensiones.

EVALUACIÓN SIN MEJORA

En agosto del 2012, Felipe Calderón propuso al PAN emprender una refundación que, según sus planes, debía concretarse en menos de cuatro meses, lo que le permitiría conducir la reforma del partido desde la Presidencia de la República. Casi como un último acto de gobierno.

Gustavo Madero y los grupos anticalderonistas, cohesionados por el desprecio presidencial sufrido durante el sexenio, se negaron a la refundación y lograron que la Asamblea Nacional se pospusiera hasta marzo de 2013, para hacer la reforma con Calderón fuera de Los Pinos.

Los grupos acordaron crear una Comisión de Evaluación y Mejora que realizó un diagnóstico y una propuesta de reforma a los documentos básicos del PAN.

El diagnóstico fue lapidario, al señalar que el PAN había sufrido una derrota cultural -antes de la electoral-, por la pérdida de identidad, la adopción de prácticas priistas para gobernar y competir electoralmente y la conversión en un partido de masas.

"Nos contaminamos del clientelismo, autoritarismo y corrupción de la cultura que pretendemos cambiar. No hemos terminado de desmantelar el régimen autoritario. No tuvimos la capacidad de generar una cultura democrática hegemónica", se señalaba en un documento entregado a los consejeros nacionales en enero pasado.

En él se detallaba que su base electoral había descendido de 16 millones de votantes en el 2000 a menos de 13 millones en 2012; mientras la militancia se expandió, de 536 mil a un millón 865 mil. Esto quiere decir que en las elecciones de 2000, con Vicente Fox como candidato, captaron 30 votos por militante, mientras que en las de 2012, con Josefina Vázquez...

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