Marketer/ Mejora discontinua

AutorHoracio Marchand

La mejora discontinua toca las fibras más fundamentales de cómo la empresa hace negocios y sobre todo el qué, de los negocios. Grove le llama punto de inflexión, Prahalad le llama discontinuidad, Christensen le llaman disruptive technology, Hamel de plano le llama revolución, otros simplemente le llaman innovación.

Una mejora discontinua deja atrás de golpe al competidor y sorprende gratamente al mercado.

Te hace único o te convierte en el mejor, pero por mucho. El ser único por definición te convierte en un monopolio de valor. Y éste debe ser el sueño dorado de cualquier empresa.

La productividad y la eficiencia han dominado el marco mental de las empresas y por eso hay tanto talento bien pagado que se la pasa optimizando recursos. Y esto no está mal. Pero pocas cosas son peores que ir bien hacia rumbo equivocado.

Algunas juntas de consejo redundan, sobre lo mismo: eficiencia, eficiencia, eficiencia. Pero no sólo de eficiencia viven las empresas. Hoy en día quizá es más importante la detección y explotación de oportunidades que la obsesión alrededor de la productividad.

No es lo mismo hacer las cosas bien (eficiencia) que hacer las cosas correctas (eficacia).

Tampoco se trata de menospreciar la mejora continua ni la operación. El punto es que también se tienen que asignar recursos, para darle prioridad a la búsqueda de oportunidades y la creación de ventajas; tal y como lo hizo una empresa mexicana que el año pasado asignó a un director y a un equipo de 10 personas, únicamente con la misión de crear esa discontinuidad.

Es la mejora discontinua la que rompe paradigmas, redefine industrias, reinventa la cadena de valor y sobre todo migra las utilidades de determinado modelo de negocio a otro.

Lo trágico parece ser que las innovaciones discontinuas rara vez vienen de empresas establecidas por estar atrapadas en la inercia y la burocracia. Incluso, con frecuencia es la alta dirección el principal obstáculo en su interés de preservar el status quo y su posición. Los innovadores, por el contrario, son irreverentes, rebeldes, y aventados.

De ahí también la crítica a las empresas de la vieja economía (los bricks), que se les dificulta hacer una transición hacia la nueva economía regida por el Internet (los clicks), y donde los principales problemas son de marco mental, de enfoque y de actitud.

Algunas ideas alrededor de la mejora discontinua.

Compite contigo mismo.- Un joven directivo de un corporativo mexicano expuso un atrevido plan: la creación...

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