Mi mejor error
MÉXICO, D.F., septiembre 24 (EL UNIVERSAL).- Tres segundos, lo que dura la caída libre. Eso tardó Jonathan Paredes en decidirse a ser clavadista de altura, cuando tras persignarse y colocar sus brazos bien extendidos hacia atrás saltó por primera vez desde la plataforma de 20 metros en la Feria de Chapultepec.
Tenía 15 años y nueve de practicar los clavados ornamentales. Mas ese vértigo que le mordió la entraña en aquel show, ese ambiente, el ver a la gente sonreír y aplaudir, los 350 pesos al día que gastaba en hamburguesas o el boliche, lo obligó a dejar escuela y familia para convertirse en uno de los mejores saltadores de acantilado.
Estudiaba el quinto semestre de preparatoria y lo dejé para dedicarme de lleno a esto, recuerda Jonathan, quien actualmente es tercer lugar en la Red Bull Cliff Diving World Series y quien alguna vez intentó ser jugador de futbol americano, aunque se dio cuenta de que no daba para más por su estatura de 1.64 metros.
Muchas veces me reproché haber dejado la escuela, pero en estos momentos lo considero el mejor error de mi vida, revela.
Sus éxitos le dan la razón: Tengo la oportunidad de decir que Jonathan Paredes le ha dado dos medallas a México en los dos Mundiales de Natación en que ha participado el país (bronce en Barcelona 2013 y plata en Kazán 2015). Voltearon a ver a nuestra nación y ya logramos ser una potencia, no sólo en clavados de altura, sino en clavados en general, presume.
En agosto pasado, el oriundo de Tlalnepantla, Estado de México, de 26 años, se llevó el primer lugar en la Serie Mundial realizada en Bosnia.
Conseguida la presea en esa justa y tras haber ascendido al tercer lugar general, detrás del colombiano Orlando Duque, mi mayor meta en la última fecha del serial, en Barcelona (27 de septiembre), es terminar en lo más alto.
Después de dejar su hogar para radicar en Alemania y luego en España, donde vive actualmente, les prometió a sus padres que trabajaría fuerte para ser protagonista.
Recuerdo mucho que me dijeron: Si vas a dejar la escuela es porque tienes que ser el mejor en lo que hagas; si vas a ser basurero, tienes que ser el mejor, indica.
Y se los ha cumplido desde 2006, cuando en una competencia en la Alberca Olímpica el juez José Antonio Martínez le preguntó que si quería trabajar en uno de sus espectáculos de clavados en el parque de diversiones en Chapultepec.
Ahora mis papás están súper contentos porque me ven en la televisión, en periódicos, haciendo...
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