Mehmet Nuri Ezen / Migración: la experiencia turca

AutorMehmet Nuri Ezen

Las últimas cifras muestran que hay aproximadamente 4 millones de ciudadanos turcos viviendo en países extranjeros, de los cuales 3 millones 300 mil viven en países de la Unión Europea.

Alemania es el clásico ejemplo del entorno extranjero para los trabajadores emigrantes turcos debido al número absoluto de población nacional turca que vive en dicho país.

Desde este punto de vista, las relaciones entre Turquía y Alemania implican muchos puntos paralelos con las relaciones entre México y Estados Unidos.

Setenta por ciento de los trabajadores emigrantes de Europa viven en Alemania. Conforme a datos alemanes oficiales al final del año 2002, el número de nacionales turcos legalizados en Alemania es de 1 millón 947 mil 900, de los cuales 424 mil 562 tienen la nacionalidad alemana.

Se calcula que el número no oficial de turcos que viven en Alemania es de aproximadamente 2 millones 500 mil personas. El 2.3 por ciento de la población alemana es turca y al ser el 28.8 por ciento de los 7 millones 500 mil habitantes extranjeros de este país, la población turca es la más grande de todas.

En este país el turco es el segundo idioma más hablado después del alemán. La población turca aumenta en 75 mil habitantes cada año, con 45 mil niños recién nacidos y aproximadamente 3 mil muertes.

Cada año, unos 50 mil turcos adicionales llegan a Alemania en el marco de la "reunificación familiar" y 40 mil nacionales turcos vuelven a emigrar a Turquía para siempre.

Los inicios del proceso

El movimiento de ciudadanos turcos para llenar los huecos creados en los mercados laborales de los países occidentales europeos de rápido crecimiento comenzó a principios de los 60.

Originalmente, el objetivo común de los "trabajadores huéspedes" turcos, principalmente de extracción rural, que viajaban al extranjero en busca de empleo era ahorrar suficiente dinero para abrir una pequeña tienda o taller o invertir en la parcela ya en su posesión permitiendo así que estos trabajadores regresaran un día a casa para encargarse de un negocio propio.

Con esto en mente no fue sorpresivo que la mayoría de estos "trabajadores huéspedes" viajaran solos a sus destinos dejando en casa a sus familias.

La creciente demanda de mano de obra extranjera en esos años había llevado a algunas irregularidades en el flujo de fuerza laboral al tiempo que patrones y migrantes trataban de esquivar los engorrosos procedimientos de reclutamiento.

Por lo tanto, a fin de facilitar el flujo constante de fuerza laboral, satisfaciendo así las necesidades tanto de trabajadores migrantes como de sus futuros patrones, Turquía negoció acuerdos laborales con los países anfitriones.

El primero de tales acuerdos laborales concluyó con la República Federal de Alemania en 1961, seguido por Austria, Bélgica, Holanda en 1964 y Francia en 1965.

La emigración de trabajadores turcos al oeste de Europa continuó hasta...

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