Mega farmacia de AMLO, sólo será un menjurje para calentura electoral: expertos

Fecha de publicación03 Diciembre 2023
El presidente Andrés Manuel López Obrador prevé abrir la mega farmacia del Bienestar en diciembre de 2023. Foto EE: Especial
El presidente Andrés Manuel López Obrador prevé abrir la mega farmacia del Bienestar en diciembre de 2023. Foto EE: Especial
Diego Badillo

Por Diego Badillo

No parece ser la solución al desabasto de medicamentos, pues las inversiones deberían realizarse en tecnología que ayude a mejorar el seguimiento y rastreabilidad de los medicamentos para lograr que lleguen de manera puntual a las unidades médicas donde se requieren, señalan expertos.

La mega farmacia que inaugurará el presidente, Andrés Manuel López Obrador, a finales del año, no contará con la medicina que cure el desabasto que generó el remedio que recetó a inicios de su gestión, para terminar con la enfermedad de la corrupción que, dijo, padece el sector. Si al caso, será un paliativo, que sirva para enfrentar la calentura electoral que se avecina, pero nada más, plantean expertos consultados por este periódico.

El problema es que, con el argumento de terminar la corrupción, gastar menos y garantizar el abasto de medicamentos, se desarticuló el ecosistema de oferta que existía, el sistema de compras y logística de distribución, sin sustituirlos por algo mejor.

Al respecto el abogado Eliseo Rosales explica que el sector farmacéutico funciona como un oligopolio, debido a que requiere una gran inversión, investigación y desarrollo, así como sortear un enorme entramado regulatorio.

El Gobierno decidió romper ese oligopolio dejando de hacer negocio con cuatro o cinco jugadores que lo dominaban, pero el inconveniente fue que no hubo nuevos jugadores que modificaran las condiciones del mercado y se dislocaron los sistemas de logística y distribución.

En el análisis “compras públicas ineficientes, medicamentos más caros”, el Instituto Mexicano para la Competitividad, recuerda que, en 2020, el Gobierno del presidente López Obrador cambió la estrategia de compra de medicamentos con el objetivo de pagar un menor precio por ellos y garantizar el abasto. No ocurrió ni una ni otra.

Hasta el sexenio pasado (y por lo menos desde 2007), la cadena de abasto en el sector público estaba conformada por la Comisión Negociadora de Precios (CNP), en la que participaban la secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE y otras instancias sanitarias; un sistema de compras consolidadas; una red de almacenamiento y distribución y los fabricantes.

Un trabajo de Quinto Elemento Lab publicado por El Economista, describe cómo era el proceso de adquisiciones: De febrero a marzo del año anterior al que se preparaba el abasto, se “levantaba” la demanda de las instituciones que decidían participar (40 en promedio); en abril se cerraba el plazo para subir sus pedidos; el requerimiento pasaba a Adquisiciones; de mayo a agosto, alrededor de 450 mercadólogos y analistas de datos de la Coordinación Técnica de Investigación de Mercados del IMSS desarrollaban el mercadeo (procesaban entre 1,200 y 1,700 claves correspondientes a cada producto) y las licitaciones derivadas se realizaban en septiembre y octubre y en los dos últimos meses del año se emitían fallos y se firmaban contratos.

El Gobierno del presidente López Obrador cambió la estrategia. Decidió traspasar la consolidación de las compras de medicinas, desarrollada por el IMSS desde 2013, a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda; luego decidió que mejor debería hacer las compras el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), con la asistencia técnica de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios y Proyectos (UNOPS), pero en diciembre de 2022 se finiquitó la relación con ese organismo. El Insabi “garantizó” el abasto de medicamentos para el periodo 2023-2024 y anunció una compra consolidada bianual, pero en mayo de 2023 se publicó el decreto mediante el cual ese instituto desapareció y ahora será una oficina de la Secretaría de Salud la encargada de ese tipo de adquisiciones.

El secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Éctor Jaime Ramírez Barba describe: “Quitaron el sistema de compras que se tenía sin tener algo que lo sustituyera; destruyeron el sistema de distribución y obviamente no aprenden que no aprenden”.

El abogado Eliseo Rosales explica que los laboratorios y distribuidores extranjeros vieron en la Ley de Adquisiciones mexicanas un obstáculo para hacer negocios y prefirieron no entrar.

La nueva forma de comprar no ha sido efectiva

El problema es que los cambios no han dado buenos resultados hasta ahora, ni en la adquisición ni en el abasto de medicamentos para quienes los requieren.

Luego de analizar 156,000 procesos de compra realizados por el Gobierno federal entre 2018 y 2022, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) concluyó que la nueva estrategia no ha sido efectiva.

En tanto, el colectivo Cero Desabasto, calcula que, en 2022, en IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR