En la Media Cancha/ Con creces

AutorRoberto Gómez Junco

El pasado jueves, al presentarse en la Copa América, la Selección Mexicana ofreció la más refrescante de sus actuaciones de los últimos tiempos.

Al margen de la cuestionable categoría del adversario (el peor Brasil que se haya visto) es indudable que el equipo mexicano mostró una sustancial mejoría en su funcionamiento y en todos los renglones.

Orden y solidez en el aparato defensivo, justa repartición del terreno y el esfuerzo, convicción en el trabajo de recuperación de la pelota, determinación para meter la pierna, una idea colectiva definida y una claridad individual para cumplir con ella.

Si del desempeño ante los estadounidenses sólo podían considerarse rescatables "las ganas" (que en realidad de nada sirven sin todo lo demás), de esta convincente actuación es mucho más lo que puede rescatarse; y por lo tanto, muy amplio el espacio que le deja al optimismo.

Un equipo cuyos jugadores corrían y corrían sin saber a dónde, ante los despistados brasileños se convirtió en un verdadero conjunto de futbolistas plenamente conscientes de lo que buscaban en la cancha, en cada balón y en todo momento.

Y así pudimos ver, finalmente, a una Selección Mexicana que durante esos 90 minutos cumplió con un objetivo con el que desde hace dos años no cumplía: manifestarse como un grupo compacto de once jugadores jugando a lo mismo.

Ciertamente, queda...

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