Mazazo limpio

CACAHOATÁN.- Ante el temor de que se les cayera encima, Elena Velázquez y Valentín Pérez tuvieron que demoler su vivienda con sus propios medios, ya que ni las brigadas del Ejército, la Marina o Protección Civil llegaron a auxiliarlos.

A un mes del sismo de magnitud 8.2, la pareja recuerda cómo la casa que construyeron con tanto esfuerzo durante muchos años se acabó en unos instantes.

El patrimonio que vieron caer la noche de ese jueves 7 de septiembre fue producto del ahorro de ambos: él trabajando en el campo y ella con labores ocasionales.

"Fue mucho el temblor y se abrió toda la casa. Estábamos durmiendo con mi esposo y nos corrimos para afuera (cuando ocurrió el temblor)", recuerda Elena, habitante del ejido Guatimoc.

Con el apoyo de su iglesia contrataron a dos albañiles para tirar los muros dañados por el fenómeno.

Mientras llega la ayuda para reconstruir su vivienda, la pareja duerme en un cuarto de concreto y techo de lamina que sobrevivió al terremoto.

"Ahora pedimos que nos ayuden a levantar la casa", externa Valentín.

Según cifras oficiales, en este municipio el sismo causó daños en 96...

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