Entrevista / Maude Versini de Montiel / La Letizia mexiquense
| Autor | Guadalupe Loaeza |
He de confesar que me llamó particularmente la atención el hecho de que Maude Versini de Montiel, esposa del gobernador del estado de México, me invitara a su Informe de Actividades 2003-2004. Digo que me sorprendió ya que en varias ocasiones me he referido a su marido, no siempre en términos muy halagüeños. Qué bueno que decidí acompañarla, de lo contrario no hubiera descubierto a una presidenta del DIFEM tan activa, comprometida, trabajadora, pero sobre todo enamorada de su marido. Qué tanto me ha de haber impresionado su personalidad que al otro día le telefoneé y le pedí una entrevista.
-Sé que eres francesa, recién casada, madre de unos gemelitos y una genuina activista social. Además, eras periodista en Francia, ¿no es así?
-Soy economista. Estando en Nueva York, donde trabajé un tiempo en la ONU, encontré una oportunidad para incorporarme a un grupo español que elabora reportajes para varios medios del mundo, los más reconocidos del mundo. No soy periodista, pero hice algunos reportajes en varios países, en Medio Oriente, Kuwait, Saudi Arabia, Líbano y en Latinoamérica.
-Tengo entendido que también colaboraste para el semanario francés Paris-Match...
-Sí, hice un reportaje aquí en México, el primero en el año 2000 en el Paris-Match, un reportaje que se llamó "México, el país de los mil rostros", sobre todo del turismo en México, porque en Europa había muy mala información y de hecho todavía hay muy poca información sobre el turismo en México. Lo que más se conoce son el sol y las playas de Acapulco y Cancún, pero mucho menos todas sus riquezas culturales, históricas y demás. Entonces ese reportaje fue para Paris Match, hicimos uno primero, el cual tuvo muchísimo éxito y nos pidieron hacer otro. Nos quedamos todo un año. Hicimos un segundo reportaje, de hecho, donde abarcó el estado de México... Lo hicimos con el equipo de la empresa NOA, una empresa española con directivos argentinos, cuya sede está en Madrid. Esta empresa le vendía los reportajes a Paris-Match, a The Telegraph, a Le Monde y a muchos otros.
-¿Fue en ese momento que conociste a Arturo Montiel?
-Así es. Me tocó entrevistarlo. De hecho entrevistamos a todos los gobernadores de cada estado donde íbamos. Siendo la persona más importante del estado, le tocó en la segunda etapa del reportaje. Gracias a él se nos abrieron muchas puertas en varios lugares. Lo que más me cautivó de mi marido fue su carisma y su pasión por el estado. De inmediato lo percibí como un hombre sensible. Me gustó su discurso. Es evidente que le sale de su corazón, por eso se escucha sincero.
A la que le salía del corazón lo anterior era a Maude. La delataba el brillo de sus grandes ojos. Bastó que empezara a hablar de su marido, para que su mirada se hiciera aún más brillante.
-Confiésalo, Maude, te estaba conquistando...
-Tal vez. El caso es que me fascinó, me impactó y me invitó a una gira. Tienes que ver eso de más cerca, cómo son los mexiquenses, gente extraordinaria. Tendrías que acercarte más, me dijo. Entonces nos empezó a invitar a giras y nos organizó todo un tour del estado que duró una semana. Yo les decía a mis compañeros, éramos un equipo de cuatro, es que me fascina, tiene tanto que dar. En otras palabras, me cautivó...
-No quiero ser una aguafiestas, pero estarás de acuerdo en que el poder es como un afrodisiaco...
-Yo no creo que me impactó el poder, tampoco me impactó todo lo que le rodeaba. Lo que me impactó fue el ser humano. Te repito, su pasión y su vitalidad. Más que a un político lo vi como a un hombre muy bondadoso. Todas esas ganas que tenía de apoyar a la gente, de que salieran adelante. No creas que a mí me interesaba la política. De hecho la odiaba. A mí siempre me parecieron los políticos muy mentirosos, hipócritas, falsos, pero cuando conocí a Arturo Montiel, me cambió totalmente la percepción que tenía de los políticos.
-¿Qué era lo que te interesaba realmente del estado de México?
-Sus riquezas naturales. Las grandes oportunidades que ofrecía a nivel nacional e internacional. Poco a poco fui conociendo todas sus facetas. Mi marido nos hablaba del sector industrial, de los servicios, de los logros, de los atractivos a nivel turístico, como Teotihuacan, Malinalco, etcétera. El estado de México tiene muchísimo que ofrecer, tiene de todo, no tiene mar pero tiene muchísimas cosas...
-¿Por qué hablas tan bien el español?
-En Francia, como sabes, empezamos a aprender el primer idioma a los ocho años, el segundo idioma a los 12 años, el tercer idioma, si quieres optar por un tercero, a los 15. Los idiomas son algo en lo que se enfocan los maestros hacia la educación. Inglés, el primero; español, el segundo. Además, mis padres nos mandaban todo el mes de agosto a España con familias que vivían en pueblitos. Empecé a trabajar en España, hice un intercambio con mi escuela de comercio, hicimos un intercambio de un año, me fui a la Cámara de Comercio de Madrid, luego hice prácticas en el Museo de la Industria cuando estaban en Argentina y ahí empecé a aprender...
-¿Ya conocías México?
-No conocía México. Vine por primera vez en el año 2000 y, de hecho, no tenía ni la menor idea de lo que tenía México.
-Entonces todo fue por un golpe del destino...
-Totalmente.
-¿Llegaste soltera?
-Llegué soltera, muy curiosa, con muchas ganas de aprender de México y de convivir con la gente. Yo soy muy curiosa, entonces quería realmente vivir esas experiencias. De niña siempre decía que quería recorrer el mundo. Destinada a aprender, me fui de Argentina a Líbano, fue mi primer viaje... Líbano es un país precioso...
-El país y Arturo Montiel te fueron enamorando...
-Sí, pero hasta un año después. Yo llegué a principios del año 2000 y conocí a mi esposo hasta finales del año, después de haber viajado por otros estados. Fue muy problemático porque cuando nos conocimos estábamos en el final del proyecto. Yo me tenía que ir a Venezuela a hacer...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba