Matan a Carolina el día de su plagio

AutorArturo Sánchez

El viernes 28 de enero, Carolina Ruiz salió con un amigo al cine y regresó a las 19:30 horas; cuando caminaba hacia su casa, en la Calle Sol Norte, Colonia Santa Águeda, de Ecatepec, fue interceptada por un sujeto que viajaba en una motoneta. Le dijo que tenía un paquete para ella, y le creyó.

Preocupada porque no regresaba, su mamá le marcó al celular una hora después, pero estaba apagado.

A las 22:30 horas, los padres de Carolina recibieron la primera llamada, en la que una voz masculina informaba que tenían secuestrada a la joven y pedían 500 mil pesos a cambio de su liberación.

A las 22:50 horas recibieron la segunda llamada, en la que el plagiario advirtió que no avisaran a la Policía, pero el papá hizo lo contrario y pidió ayuda a la Agencia Federal de Investigación.

Cerca de la medianoche dos agentes arribaron a su casa para asesorarlo.

Los padres de Caro reunieron algo de dinero entre sus parientes y amigos, y en la siguiente llamada recibida a las 20:30 horas del sábado 29 de enero, el médico Roberto Ruiz les ofreció 62 mil pesos de rescate, cantidad que los plagiarios aceptaron, pero cuando el papá pidió al interlocutor una prueba de vida de su hija, éste colgó.

Carolina ya estaba muerta. La asesinaron la misma noche en que fue secuestrada, y el rescate jamás fue cobrado.

Como los plagiarios no volvieron a comunicarse, los papás sintieron que algo no estaba bien; llamaron a Locatel.

Al mediodía del sábado 29, vecinos de la cancha deportiva ubicada en la Unidad Habitacional Magisterial 2000, a unas calles de casa de Carolina, descubrieron un cadáver quemado.

El martes 1 de febrero, los padres de Carolina acudieron al anfiteatro del Centro de Justicia de Ecatepec para identificar el cuerpo, cuyos rasgos coincidían con los de su hija; el cadáver estaba carbonizado, pero reconocieron unas zapatillas de mezclilla y unos tines con las figuras de Tom y Jerry: era Carolina.

Los motivos

De acuerdo con la declaración ministerial de su concubina, el presunto asesino, Guillermo Mauleón, vecino de la familia Ruiz, planeó el secuestro porque "necesitaba dinero para darles una mejor vida" a ella y al bebé que acaban de tener.

Según la declaración ministerial de Gustavo, hermano menor de Guillermo, su consanguíneo decidió asesinar a Carolina porque era su vecina, lo conocía y temía que lo delatara.

Esperan justicia

El doctor Ruiz sabe que su hija no regresará, pero espera al menos que las autoridades hagan justicia.

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