Mario Castillejos / Competencia Premier

Con un 64 por ciento de extranjeros registrados en la Liga Premier, el equipo representativo de los ingleses pelea por tocar el cielo desde Moscú.

A los incrédulos y chocantes nacionalistas que han maldecido la regla 9/9 en México se les terminaron los argumentos. Y este debate ya tuvo un vencedor con nombre y apellido: competencia y globalización.

Vayamos por partes. Gracias a la circulación libre de bienes, servicios, capitales y personas, producto del establecimiento de la Unión Europea en 1992, el futbol inglés terminó engendrando 25 años después una raza de futbolistas muy distinta a los dogmas y glamour británico.

De hecho, muchos de estos jugadores que están en Rusia representando al equipo de los tres leones podríamos llamarlos "mestizos", aunque su entrenador Gareth Southgate los definió así: "Somos un equipo cuya diversidad y juventud representa a un país moderno. Somos el reflejo de una nueva identidad y esperamos que la gente conecte con nosotros".

Y si vamos a los ejemplos, encontramos que Raheem Sterling nació hace 23 años en Kingston, la capital de Jamaica, mide apenas 170 centímetros y dicen que es capaz de alcanzar los 35 kilómetros por hora de velocidad punta.

Walker, Young y Rose también cuentan con la misma ascendencia jamaicana y Dele Alli (22 años, 1.88 metros) es inglés de nacimiento, pero su padre es oriundo de Nigeria. El padre de Harry Kane, máximo goleador del Mundial con seis dianas, es irlandés, y Delph y Loftus-Cheek nietos de abuelos de Las Guayanas.

Y créanme que éste es sólo el principio porque atrás de esta...

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