Mario Castillejos / 'Bien' y 'muy bien'

AutorMario Castillejos

Para un aficionado al futbol, con 90 minutos basta para echar a volar las ilusiones; así de relativo es el tiempo.

Una vez que presenciamos el estreno del torneo llamado Bicentenario, la primera impresión que nos arrojó éste, hace suponer que el Monterrey aún posee los argumentos necesarios para refrendar su título, mientras que la renovada escuadra de los Tigres está depurando su juego con toda la intención de impedírselo.

Señores, el equipo de Daniel Guzmán, ahora enfundado en un uniforme "retro", venció en todas las mediciones posibles a un Puebla que venía de sumar 25 puntos o más en los últimos dos torneos y que durante la InterLiga pasada practicó un futbol muy superior al que mostraron muchos de los participantes.

Ayer, por grandes lapsos del partido, los Tigres manejaron la tenencia de la pelota de uno y dos toques, dejando a un lado las estériles conducciones individuales.

El señor Itamar Batista, por ejemplo, nos demostró que también sabe jugar de poste incrustado entre los centrales rivales, soltando el balón a uno de sus compañeros siempre de primera intención.

De la misma manera esperemos que Lucas Lobos por fin haya entendido que pasando se ganan más encuentros que driblando.

Decía Bobby Jones - ilustre campeón de golf - que todos los deportes de competencia se juegan principalmente en una cancha de cinco y media pulgadas de ancho, espacio que hay entre las orejas.

Pero en medio de esta inusual y alentadora victoria, el más burdo de los análisis nos lleva a suponer que cuando los brasileños Nagamura y Cardoso estén adaptados al ritmo del futbol...

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