Mario Castillejos / A todos...

AutorMario Castillejos

Decía Benjamin Franklin: "El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre".

Tal vez por eso los menos favorecidos adoptaron antes que los pudientes el futbol como suyo. Para un verdadero aficionado, ver a su equipo ganar es como ir al cielo sin la necesidad de morir.

Por más de 45 años he tratado de descifrar a los personajes que orgullosamente son devotos al juego.

A esos fieles que compran abono, a los que se ven en la necesidad de mendigar un boleto, a los que apoyan, a los que exigen, a los que revientan, a los que se ponen bolsas en la cara, a los que critican a quienes se ponen bolsas en la cara...

A los que sacan mantas, a los que hacen campañas para no ir al estadio, a los que no les gustan esas campañas; a los súper Tigres, a los súper Rayados, a los anti Tigres, a los anti Rayados, a los "Adictos", a los "Lokos"; a los jugadores buenos, malos, mimados, soberbios, tímidos, humildes, disciplinados e indisciplinados, a las figuras vigentes y ausentes...

A los entrenadores, a los directivos, a Femsa, a Cemex, a la botarga tigre, a la "perro-vaca"; y a todos los que con su afición mantienen este misteriosos espectáculo vigente, no me queda más que darles las gracias porque sin ustedes el placer que mantenía mi señor padre por su equipo no tendría sentido.

No hace más de 15 años, en el programa de televisión La Peña Futbolística, Juan Manuel García le hizo una pregunta fulminante a don Mario: ¿qué es Rayados para usted?

En ese momento mi papá se quedó callado y en una...

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