Mario Anteo / Animalias

AutorMario Anteo

Con la exposición Animalias, inaugurada el jueves pasado en la Casa de la Cultura bajo la espontánea colaboración de una pintora y un escritor (Livier Fernández y Héctor Alvarado), se acorta la distancia entre los artistas plásticos y los literarios de la entidad.

Animalias es una zoología fabulosa donde un texto alusivo, grabado en una placa de acrílico, acompaña a cada una de las imágenes. Es decir, la pintura de cada fantástico espécimen, digamos el litósforo o el aqualante, se apoya en una delirante ficha descriptiva.

Es así que, en interesante alquimia, artistas plásticos como Pablo Candal, Enrique Ruiz, Ana Basave y Érick Estrada trabajan de cerca con escritores como Gerson Gómez , Dulce María González, Coral Aguirre y Fernando Elizondo.

Tal colaboración surge cuando los gremios artísticos parecen islas, allá los músicos, acá los cineastas, más allá los pintores, como si no compartieran la problemática social y no los influyese la misma geografía, como si no tuvieran ideas estéticas para intercambiar.

Hablo con cierto conocimiento de causa, pues en el Centro de Estudios Artísticos "Alfonso Reyes", donde imparto clases de estética a pintores, actores, músicos y bailarines, presencio a diario el aislamiento de los gremios, y si bien circulo entre los grupos contribuyendo así a su fusión, se advierte una separación por lo demás natural y lógica.

En el aula, de inmediato se forman los grupos: en aquella esquina los músicos, por acá los bailarines, atrás los actores. Claro que no hay enemistad ni capillismos, ni mi arte es mejor que el tuyo ni cosas así, simplemente uno tiende por naturaleza a procurar al colega, y de aquí el aislamiento.

Para "romper el hielo" les encargo trabajos que involucren diversas artes, y así tenemos una bailarina que se pone de acuerdo con un músico para bailar, o a un pintor encargado de los decorados de una obra de teatro, o un músico ambientando el monólogo de un actor. El fin es intercomunicar a los artistas, pues a fin de cuentas todos persiguen el mismo objetivo: la belleza.

Un ejemplo clásico...

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