Margarita Ríos-Farjat / Solitos con las estrellas

AutorMargarita Ríos-Farjat

"Y esa noche sin motivo y sin razón / mataste toda ilusión de aquellas horas tan bellas / que dejaron honda huella en mi triste corazón. / Y me dejaste solito con las estrellas".

Así dejaron cantando a la sociedad civil los ediles de Monterrey, Guadalupe, Apodaca, San Nicolás, Escobedo, García, Santa Catarina y San Pedro al retirarse en bola de la plataforma "Alcalde, ¿Cómo Vamos?", a la que cientos de ciudadanos han dedicado tanto tiempo sin recibir ni un centavo.

Viendo estrellas. Así de frente e inesperado el golpe. Quizá se sientan halagados por la efectividad de su estrategia, pero sería una pena, porque si fue inesperado es porque nadie espera que se deshonren los acuerdos.

Los Alcaldes se duelen de que son evaluados con estándares exigentes, y minimizan entonces el esfuerzo colectivo al rechazar objetivos y metodologías que previamente habían aceptado.

Toda métrica es revisable, por supuesto, pero no puede ser a conveniencia ni a mitad del juego, como cuando a medio sexenio el Presidente Peña propuso una fórmula distinta para medir la pobreza en el País, en la que el resultado matemático daría -¡oh, casualidad!- menos pobres. Esos trucos de magia no mejoran la realidad, la disfrazan.

Sin embargo, los ciudadanos, aun solitos con las estrellas, somos comprensivos.

Si fuéramos Alcaldes quizá también nos sentiríamos agobiados por el deber de cumplir con los planes de desarrollo (donde radica la visión de política pública), las propias promesas de campaña ya enfrentadas con la realidad, tener las arcas magras, el erario comprometido y, además, la presión de un gran grupo de asociaciones que nos evalúa públicamente bajo formatos en cuyo diseño no participamos y sobre temas que, ya estando al frente de un ayuntamiento, no vemos tan prioritarios.

Sí, somos comprensivos, pero no ingenuos. Esas arcas magras salen del bolsillo de la sociedad, ese erario comprometido quizá lo está malamente (¿gasto superfluo, publicidad, despensas y regalos?), y esos planes de desarrollo quizá se hicieron para cubrir estrategias de partido, pero sin escuchar necesidades reales de una comunidad, o al contrario, se hicieron, pero no se cumplen y no importa.

Además, está lo evidente: una persona política se distingue por su habilidad de conciliar, de forma que cuando amenaza a la sociedad (organizada o no) lo hace deliberadamente.

Eso nos dice que prefiere utilizar esa habilidad para amagar y no para crear una comunicación real y armoniosa con los ciudadanos; o...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR