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Margarita Ríos-Farjat / Parir chayotes

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Vincent
AutorMargarita Ríos-Farjat

A mediados de noviembre de 2017 celebramos un fallo histórico: "Ordena la Corte regular publicidad oficial", decían las primeras planas. La sociedad activa y organizada exhibió la indolencia de un Congreso que desde abril de 2014 debió haber emitido la Ley General de Comunicación Social. La orden y el plazo habían sido dados por la Constitución (Artículo 134 y un transitorio de esa reforma), así que no había vuelta de hoja.

La asociación civil "Artículo 19" promovió un juicio de amparo que puso al Poder Judicial en un predicamento: ¿obligar al Congreso a que legisle? La primera respuesta fue una negativa por parte de un juez de Distrito. Entonces la Corte atrajo el caso, acaso no tanto por la polémica, sino porque está construyendo el estándar judicial de "interés legítimo" (poder demandar por la vía de amparo cosas que antes eran impensables, como ésta, porque aunque se tiene un interés, el daño no es personal y directo).

En menudo dilema se metió la Corte porque, ¿cómo obligar a los legisladores? Si no lo hace, ¿destituye a todos o sólo a la mesa directiva (aunque la mesa no sea la que constituye el quórum)? Si destituye, ¿no crea una crisis política muy seria? Pero no había alternativa, y la Primera Sala ordenó al Congreso que emitiera la ley y le determinó un plazo: el último día de abril.

Ambas Cámaras legislaron y la semana pasada el Senado remitió la ley aprobada al Presidente para su promulgación. Sin embargo, el Congreso no comprendió (o no quiso comprender) el espíritu de su tarea. El reproche ciudadano radica en el excesivo y desordenado gasto en comunicación. ¿Cuál es el criterio del gobierno para comprar sus espacios publicitarios a tal o cual medio? Simple discrecionalidad.

Si consideramos que según la Relatoría Especial de la CIDH "existen numerosos medios de comunicación que indican que reciben del Estado entre el 40 y el 50 por ciento de su ingreso", esa discrecionalidad resulta muy convenenciera, una especie de "Espejito, Espejito, ¿quién es el más bonito?".

Tomemos distancia por un instante de todo lo que vemos y escuchamos en este proceso electoral. ¿No hubiera sido mucho más limpio si ningún medio tuviera que venderse para sobrevivir, o venderse para ganar más? Esa...

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