Margarita Ríos-Farjat / Formas de mandar al diablo

AutorMargarita Ríos-Farjat

Esta semana falleció Sergio Valls Hernández, quien tenía una década desempeñándose como ministro de la Suprema Corte.

Valls estuvo dentro de la minoría que quiso hacer obligatoria la publicación de las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos; y de la mayoría que tuteló el derecho de las parejas homosexuales a contraer matrimonio y adoptar (tras una serie de requisitos), por mencionar dos de cientos de casos de interés nacional.

Pudiéramos haber congeniado con él ideológicamente o no, pero al menos nunca fue sospechoso de riqueza inexplicable, abuso de poder y demás medallas que otros personajes públicos buscan con un afán infatigable.

Y sin embargo, en los medios electrónicos que dieron la nota luctuosa y en las redes sociales el público mostraba su desdén por "un corrupto menos".

O sea que nadie puede aspirar a servir a la Patria desde las instituciones formales porque se convierte en parte de un sistema perverso. Qué lectura tan torpe, tan lamentable y retorcida.

Hace unas cuantas semanas, Valls había sido denigrado con el calificativo de "corruptos" que Andrés Manuel López Obrador dedicó a todos los integrantes de la Corte cuando ésta resolvió en contra de la consulta popular en materia energética.

La beligerancia discursiva de AMLO no es nueva. Mandó al diablo a las instituciones en 2006 en una dispareja contienda electoral y bajo la tremenda campaña fascista de "Un peligro para México".

Para gran fortuna de sus enemigos políticos, López Obrador reaccionó mandando al diablo. Por eso cada vez que su discurso es combativo, fulgura la buena estrella de sus detractores.

No es sano denostar así a las instituciones, y además llega un punto en que el estribillo cansa. Pero la realidad es que no es la única manera de mandarlas al diablo. Hay formas más perversas porque son disimuladas.

El País está que arde de enojo y de impotencia, sentimientos nacionales muy legítimos y justificados.

A las fosas clandestinas, hijos desaparecidos y osamentas sin identificar se suma el huracán que ronda sobre Los Pinos y que insiste en sacar por sus ventanas cuestiones maritales de interés público que su inquilino preferiría no tener que explicar. Y que quizá por eso no explica.

Lo conducente sería hacer un alto en el camino, reconocer fallas y hacer cambios de gran calado. Si el enfermo del corazón necesita operarse, ¿lo van a mandar a casa con homeopatía y flores de Bach para el estrés?

Pero no cabe duda de que el Presidente Enrique Peña y el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR