Margarita Ríos-Farjat / AMLO y los impuestos

AutorMargarita Ríos-Farjat

El Presidente electo pide no aumentar impuestos. Pero esto no es nuevo, por ahí hay notas en su Twitter que datan de 2013 y que "llaman a la reflexión" para no permitir aumentos de impuestos, que él asocia con más crisis y violencia. Lo anterior es congruente con sus ejes principales, que son menguar la brecha de desigualdad (primero los pobres) y fortalecer el Estado de derecho (erradicar la corrupción).

Como hace un par de días presentó unos lineamientos generales para una política de austeridad republicana, puede anticiparse que la principal promesa de campaña va en serio y, por lo tanto, también el sosiego fiscal. Es posible que mantenga esa política todo el sexenio, pero es racional asumir que sea revisada conforme se vayan observando los resultados.

Es probable también que algunas promesas materiales no puedan llevarse a cabo, o al menos no pronto, pero no nos engañemos: López Obrador no ganó por ofrecer trenes, becas o refinerías, ganó por prometer un gobierno austero. Su triunfo avasallador refleja las enormes dimensiones que alcanzó esa percepción pública soslayada por años: la sociedad ya no quiere ver excesos en un país de carencias.

Los analistas de políticas saben la importancia de la percepción, porque las sociedades deciden e interactúan a partir de esto. Pero ello no significa que sean fáciles de manipular y por eso los elevados gastos de comunicación social no compensan lo que la realidad no da, o que por lo menos no se percibe.

En finanzas públicas esto no deja de ser una regla, que se fue insertando poco a poco en la doctrina fiscal: cuando la sociedad cree que sus impuestos son mal gastados, o que mucha gente los evade impunemente, considera irracional pagarlos y entonces cuesta más caro cobrarlos. Es decir, el buen ejemplo sí importa. Sí tiene un valor económico como externalidad positiva, de ahí la importancia de una política austera. Pero no nos daremos cuenta de esto si creemos que la política fiscal son sólo sumas y restas.

Sin embargo, no puede soslayarse que la OCDE, si bien ha sido tersa en su apreciación sobre la reforma fiscal del presidente Peña, sigue recomendando políticas impositivas muy concretas: crear un impuesto a las herencias...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR