Marco Cortés Guardado / Sí, racistas

AutorMarco Cortés Guardado

La perspectiva que los mexicanos tenemos de nosotros mismos es que no somos un pueblo racista. O cuando menos, que el problema de la discriminación racial no es como el que existe en Estados Unidos (para no mencionar a la Sudáfrica del "Apartheid"), o que, en todo caso, las actitudes racistas son más acentuadas en aquel país que en el nuestro.

Si eso fuera verdad, la nota aparecida ayer en este diario, sobre el dueño de una gasolinera que agrede y maltrata a una pareja de indígenas que comían pizza en un punto de la gasolinera de su propiedad, donde no estorbaban a nadie, sería un caso excepcional. Lamentable, pero poco común.

El fulano en cuestión, molesto por la presencia de la pareja de indígenas, les espetó: "¡Indígenas mugrosos! Este lugar no es para que estén tragando. ¡Váyanse a la chingada de aquí, mugrosos!". Así de amable y considerado. El hecho trascendió, como muchos otros que hemos visto en imágenes, gracias a un avispado testigo que alcanzó a filmar parte de la bochornosa escena con su teléfono celular.

El seguimiento de la nota que se hace en la versión en línea de MURAL, nos recuerda muchos otros casos típicos de discriminación racial, haciéndonos ver que estos acontecimientos no son tan inusuales en nuestro medio. Y si esto es así, como efectivamente parece serlo, entonces habría que cuestionar la autoimagen que tenemos, de ser un pueblo racialmente tolerante, o supuestamente más tolerantes que nuestros vecinos del norte. Y para ello requerimos información empírica.

Esa información existe, en efecto. Si analizamos los datos que proporciona la Encuesta Mundial de Valores, en la ronda de aplicación correspondiente a 2010-2014, observamos que un 10 por ciento de los mexicanos menciona que "No le gustaría tener como vecinos a personas de una raza distinta". ¿Es alto el número?, ¿es bajo? Ese número es relativamente bajo, si se le relaciona con la evolución de las respuestas en México, desde 1980 hasta la fecha mencionada (2010).

En 1980 respondieron igual el 6.8 por ciento de los entrevistados. En 1990, el 16.5 por ciento, y en 1995 el ¡26.1 por ciento! Luego la proporción desciende a 15.2 y 8.35 en los lustros siguientes, hasta el 10 por ciento actual. Es decir, ha habido momentos donde el racismo de los mexicanos ha alcanzado niveles de verdadero escándalo (nada más una cuarta...

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