En marcha por la Victoria
| Autor | Adrián Basilio |
El año pasado una lesión en la rodilla derecha y la preocupación por el embarazo riesgoso de su esposa, impidieron a Miguel Angel Rodríguez obtener buenos resultados en la Copa del Mundo de Caminata en Francia y en el Mundial de Atletismo en Sevilla. Pensó que su carrera estaba por terminar.
Sin embargo, el apoyo de su familia y el compromiso con su hija nacida a pesar de los imponderables, lo hicieron reflexionar: ella le dio alegría y ella hoy lo motiva, "Hace aproximadamente un año me reuní con toda mi familia en Chihuahua y les comenté que me sentía muy cansado y que no sabía si quería seguir, que creía que física y mentalmente estaba tocando suelo ", confesó Rodríguez, quien consiguió su lugar olímpico al imponerse en la Copa Panamericana de la especialidad celebrada en abril en Poza Rica, Veracruz.
Serán sus terceros Juegos Olímpicos. Será seguramente la culminación de una carrera que comenzó en 1977 y espera despedirse con la medalla que empezó a perseguir a los 10 años con zapatos de calle y no con tenis.
"No nos habían avisado (de la competencia)y yo traía unos zapatos de suela dura, pero era la oportunidad y gané, fue muy excitante. Llegando a la casa me recibió mi mamá y le dije que quería ser campeón olímpico ", recuerda Rodríguez.
De ahí saltó a los campeonatos infantiles estatal, regional y nacional. Pero la ilusión comenzó a encontrar obstáculos: la falta de un buen entrenador, así como de recursos suficientes para campamentos y la compra de equipo, le hicieron darse cuenta de la realidad deportiva mexicana y derramar las primeras lágrimas en su carrera.
"Los problemas en México acerca del deporte los supe muy pronto, cuando tenía 13 años y tendría mi primera competencia fuera de Chihuahua. Desde ahí me desilusioné porque había entrenado toda la temporada para asistir en el verano a una competencia final infantil, pero no me llevaron por falta de recursos.
"La situación se repitió varias veces, pero seguí entrenando y compitiendo en el estado. A veces todavía me pregunto cómo pude tener la capacidad para decidir seguir a esa edad ", comentó.
Su papá le sugirió varias veces que se dedicara a otra cosa porque el atletismo era un deporte en el que no había grandes beneficios, pero respetó su decisión y lo apoyó al igual que su mamá, cuya muerte ocurrida hace seis años representó un fuerte golpe para él porque "ella estaba convencida de que yo podía lograr lo que quería ".
Por la falta de apoyo, empezó tarde su roce...
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