Marcan las viejas rencillas elección estudiantil en UdeG

AutorJosé Alonso Torres

Nunca lo aceptarán oficialmente, aunque en las conversaciones de pasillo, los funcionarios de la UdeG reconocen que los dirigentes jamás se habían metido tanto como en el proceso para elegir al presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) que se desarrolló en octubre del 2007.

La elección representó el punto de ruptura más grande de los últimos años en la máxima casa de estudios. La FEU se convirtió en el campo de juego en que los miembros de la cúpula universitaria mostraron las armas con que cuentan para consolidar su poder. La revancha llegó pronto para algunos que fueron avasallados por el ahora Rector general en la reestructuración de la administración universitaria, el mensaje era claro: Carlos Briseño Torres tiene menos poder del que presume.

La importancia de la FEU reside en que es el principal proveedor de cuadros políticos para la infraestructura universitaria y representa uno de los pesos que equilibra las fuerzas de los dirigentes. La tradición udegeista marca que el Rector general no debe controlar los gremios: los estudiantes y las organizaciones sindicales de trabajadores y académicos. El que el jefe de la máxima casa de estudios no domine esos espacios es la clave para que no absorba el aparato universitario. El último que asumió el control pleno de las dependencias sigue siendo el líder político del Grupo Universidad desde hace 18 años: Raúl Padilla López.

La elección feuísta fue el reflejo de los roces que hay entre las fracciones udegeistas, por un lado los aliados al Rector general, Carlos Briseño Torres, que apostaron al candidato de Vanguardia Estudiantil, César Íñiguez González, y por el otro, los funcionarios que no apoyan a Carlos Briseño o se han visto afectados por el ascenso al poder de éste, por lo que jugaron con César Barba Delgadillo, el "Chicho", candidato del Secretario general, Alfredo Peña Ramos.

La tercera es la vencida

El actual Secretario general tenía una espina clavada. Hace tres años tuvo que alinearse con la decisión de Raúl Padilla para que Carlos Corona, incondicional de Carlos Briseño, fuera candidato único.

Raúl Padilla no quiso arriesgarse a perder el control de los estudiantes, que representan una tercera parte del Consejo General Universitario, el máximo órgano de poder en la UdeG, por lo que quien entonces se perfilaba como aspirante de Proyecto U, el "Chicho", se resignó a apoyar a Carlos Corona.

Desde que Briseño Torres fue nombrado Rector general, se avizoraba un...

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